El hombre había llegado al trabajo de su expareja a reclamarle porque no lo dejaba ver a su hija. Además, intentó someterla sexualmente. La mujer alcanzó a activar el botón antipánico y alertar así a la Policía. El responsable terminó tras las rejas. Quedó a disposición de la Justicia y con varias imputaciones en su contra.
El hecho ocurrió el martes alrededor de las 19.50, cuando la ciudad ya se había cubierto con temperaturas bajas. En las inmediaciones de la esquina de Cocomarola y avenida Constitución se encuentra un comercio en el que, a esa hora, no había ningún cliente. Allí trabaja la víctima, quien recibió la sorpresiva visita de su ex. El hombre, de 40 años, hacía minutos que estaba en las inmediaciones y esperó el momento justo para actuar.
Hace nueve meses que están separados y ella había logrado que la Justicia le impusiera una orden de restricción de acercamiento en favor de ella y de su hija de tres años, debido a la seguidilla de hechos de violencia que sufrían. Tienen dos hijos en común. El otro es mayor de edad.
Apenas ingresó, le dijo: “Sos una puta de mierda, todas las mujeres son iguales. Sólo les interesa la plata (sic)”.
Después de continuar profiriendo insultos, la mujer entendió que la situación iba a ponerse peor y hasta podía correr riesgo su integridad física.
Al haber logrado que la Justicia pusiera una orden de restricción perimetral, la mujer activó el botón de emergencia ante la presencia de su ex.
Cuando este vio esa acción, le dio un manotazo que hizo volar el aparato. Desesperada, la víctima se tiró al suelo y metió la mano debajo de un mueble para rescatarlo.
Apenas intentó reincorporarse se topó con que su exconcubino se había bajado los pantalones. La tomó de los cabellos y a la fuerza intentó que le practicara sexo oral. “Vení, si las putas sirven para eso (sic)”. Ella zafó como pudo y tomó un palo de escoba con el que hizo desistir al agresor de su intento.
Acomodándose la ropa y sabiendo que ya se había activado el alerta policial, el individuo salió del local amenazándola. “Hija de puta, si no me dejás ver a mi hija uno de los dos va terminar muerto”. La mujer tomó su celular y llamó al 911. La comunicación se sumó al alerta del botón antipánico y en minutos la división Investigaciones de la Policía llegó al lugar y detuvo al violento.
Intervino la Comisaria de la Mujer de Itaembé Miní, quienes procedieron a contener a la víctima, que no sufrió lesiones físicas.
El detenido fue trasladado a la sede policial, donde quedó a disposición del Juzgado de Instrucción 7 a cargo del magistrado Carlos Giménez. En principio, el violento será acusado por el delito contra la integridad sexual, además de desobediencia judicial y amenazas.