El químico industrial obereño Federico Hartwig (37), decidió desarrollar un proyecto de agricultura hidropónica en el marco de la búsqueda de la diversificación productiva.
“La idea surgió hace aproximadamente cinco años, cuando se buscaba diversificar la producción actual de yerba mate y salir de los estándares tradicionales productivos de la provincia. Investigando y pensando qué hacer, descubrí que Misiones producía solamente el 35% de la verdura de hojas que consumía, una paradoja, siendo una de las tierras más fértiles del país. Ahí, nace entre ideas y alternativas Agua Raíz Hidroponía, que finalmente termina consolidándose en Araíz Hidroponía”, relató el productor.
Aunque aclaró que las tareas previas con consultas, y visita a productores de la zona para conocer y analizar la producción hidropónica, fueron determinantes.
“Realizamos visitas a productores del vecino país, Brasil, que está muy adelantado respecto a la Argentina en todo lo que respecta a Hidroponía y ese fue el click para iniciar el proyecto. Allí se escogió el sistema de producción NFT (Nutrient Fil Technique) o también conocida como técnica de flujo laminar. Dicho sistema por lo general usan tubos de PVC, cuya superficie es utilizada como sostén de las plantas y la solución nutritiva circula por dentro manteniendo húmedas las raíces”, explicó.
Hidroponía literalmente se traduce como trabajo en agua, ya que se deriva de los vocablos griegos hydor: agua, y ponos: trabajo.
“Me pareció interesante porque básicamente, es una técnica que no depende del suelo sino del agua. Consiste en una solución de nutrientes (macro y micro) diluidos en agua que circula en un circuito cerrado de producción, es decir un tanque principal con la solución que es bombeada por una cañería a los distintos perfiles donde se encuentran las plantas en períodos de 15 minutos y regresan nuevamente por gravedad al tanque principal. Este proceso se realiza las 24 horas del día”, detalló.
Para Hartwig las ventajas de la hidroponía, no solamente son numerosas sino que además son significativas. “Las plantas no entran en contacto con el suelo, por ende no se utiliza agroquímicos para el control de plagas. No existe competencia con las malezas. El impacto ambiental es menor, y también hay un menor consumo de agua. En tanto que la productividad por metro cuadrado de superficie es mayor. La calidad de producto constante y posibilita producir en cualquier lugar. Las plantas son más saludables ya que crecen en ambientes controlados (invernaderos). Todo producto hidropónico es vendido embalado asegurando su inocuidad. Y además tiene alta durabilidad post-cosecha ya que la raíz sigue suministrando nutrientes a la planta”.
Claro que también tiene sus exigencias, más que desventajas. “Requiere de un inversión inicial alta y conocimientos específicos. También depende de la energía eléctrica”, sintetizó el obereño.
Actualmente Araíz dispone de producción de lechuga en distintas variedades, rúcula, berro, achicoria, espinaca, albahaca, y se están iniciando experiencias con pepino y tomate. Con una producción de 40 mil plantas mensuales que se comercializan por unidad en los principales supermercados y verdulerías de Oberá y ciudades vecinas. “También estamos trabajando en la producción y comercialización de plantines hortícolas”, destacó.
Araíz está ubicada en el Lote 1 sección C de Colonia Guaraní y ostenta una importante proyección. “Estamos trabajando en dos proyectos actualmente con un grupo de profesionales, en busca siempre de la eficiencia, el cuidado ambiental y la calidad de los productos. Por un lado autoabastecimiento de energía, a partir de la generación de energía fotovoltaica y por otro la climatización de los invernáculos por geotermia”, subrayó.
La marca estará presente en Expo Verá 2019, como espacio de promoción, exposición de la experiencia y para dar a conocer las virtudes de la hidroponía.