¿Me imagino que estás disfrutando este gran presente con el equipo?
La verdad que sí. Muy contento porque vienen saliendo algunas cosas de las que venimos trabajando. Desde principio de año nos pusimos como objetivo jugar bien y en el último partido se pudo ver una muestra de eso. Creo que venimos mejorando algunas cosas, así que cuando uno ve los frutos del trabajo, eso nos pone más que contentos.
Encima con un rival exigente como Lomas, que venía con el mismo andar que ustedes…
Eso fue muy positivo. Era la primer medida importante que íbamos a tener en el año en casa, recibiendo a Lomas, no solamente que venía como invicto, sino de sacarle mucha diferencia a todos sus rivales, de ganarle por muchos más puntos a rivales con los que nosotros habíamos jugado.
Decidimos, en un gran acierto de los entrenadores, cambiar y ajustar algunas cosas, justamente para jugar contra Lomas. La verdad que tuvimos un muy buen primer tiempo, a pesar de las bajas de algunos jugadores pudimos contrarrestar con muy buen juego algunos déficit que tuvimos en las formaciones fijas. Y bueno, nada, la verdad que enfrentar a Lomas así, poder marcar la cantidad de tries que marcamos y sobre todo con un gran juego colectivo, es mucho más significativo.
Haciendo referencia a lo que contás, lograron armar un buen plantel, que combina jugadores experimentados con varios jóvenes…
Sí, eso es cierto. Tenemos jugadores que tienen mucha experiencia jugando acá y en otros tipos de torneos en el país. Pero son jugadores de no más de 30 o 31 años. A la vez tenemos esa combinación justa con los chicos que subieron de las inferiores del club, donde se trabaja muy bien, y que le dan cierto impacto al juego. No tenemos un plantel tan numeroso, pero tenemos jugadores que cuando entran en el segundo tiempo siempre dan algo. Y bueno al estar en dos torneos, el otro es el de la URuMi, esos jugadores que por ahí no tienen la oportunidad de entrar de arranque, se mantienen en actividad y la verdad que están al nivel también. Por otro lado, hay una competencia sana por los distintos puestos, entonces hay jugadores que son polifuncionales, que pueden jugar en distintas posiciones, y eso hace que ninguno se relaje. Se vio el compromiso de todos los jugadores cuando les tocó entrar o cuando tuvimos que cambiar de puesto.
¿Cómo es la semana de Carayá, qué días entrenan, donde lo hacen?
Arrancamos los lunes a las 21. En realidad ese es el entrenamiento más liviano, donde trabajamos las destrezas específicas por puesto y hacemos un regenerativo. Después, los martes es el entrenamiento más fuerte donde arrancamos a las 20, hacemos una hora de gimnasio con un plan específico para los tres cuartos, un plan diferenciado para los forwards y trabajamos mucho la defensa. Y los jueves ya preparamos los partidos, desde las 20 también con gimnasio, y trabajamos mucho en el planteo del juego de acuerdo al rival. Todo lo hacemos en el club, donde las instalaciones están muy buenas.
Siendo profe, me imagino que sos la mano derecha del entrenador…
Tratamos de ayudar en lo que haga falta. Por suerte, el staff de entrenadores está compuesto por Federico Barrionuevo, que es un especialista en scrum, Pablo Ocampo que es muy hábil en cuanto a la defensa y Gustavo Ocampo, que es entrenador general del juego y profesor de Educación Física también, y es el que maneja un poco las destrezas. O sea que tenemos muy buenos entrenadores y no hace falta tanta intervención de los demás profes que estamos en el equipo. Creo que al entender el deporte y entender el juego, captamos bien el mensaje de lo que nos piden y eso también es importante. Porque hay un buen mensaje teórico de los entrenadores, que tratamos de ponerlo en práctica los jugadores, y la interpretación de eso, como conductor muchas veces del equipo, trato de que sea lo mejor posible.
Vos tuviste la posibilidad de jugar en otros clubes, entre ellos Centro de Cazadores y San Luis (La Plata). En los clubes del interior cuesta un poco más todo?
Sí, hay muchas diferencias. En primer lugar en cuanto a los recursos, porque los recursos de los equipos del interior son muy distintos a los que están en la capital, eso es una realidad. También el tema de las distancias, hay que movilizarse bastante para poder jugar de visitante, cosa que por ahí no ocurre tanto con los equipos que están en Posadas. Pero por otro lado hay cuestiones que suman, acá en Carayá hay un lindo sistema de juego y una identidad que hace que sea muy entretenido jugar. Después, como club, nosotros cumplimos un rol social muy importante en la ciudad de Eldorado y eso termina enorgulleciendo mucho a los que formamos parte del club y hace que todo sea más agradable. Es nuestra casa y no hay nada más lindo que jugar en el club del cual sos hincha, pero es cierto que hay diferencias en cuanto a lo estructural y a los recursos. Son las mismas diferencias que encontrás cuando te vas a un club como San Luis, en La Plata.
Los recursos con los que cuentan los clubes de la URBA son muy distintos a los que tienen los clubes de Posadas. También los de Corrientes nos sacan ventajas en esas cosas, pero hoy por hoy, con la difusión de la información, se empareja mucho lo que es la propuesta de juego. Después sí, en cantidad de jugadores y las propuestas de trabajo para que la gente se pueda mantener con este deporte, estamos un paso abajo”.
Conociendo tu trabajo, ¿Cómo anda el programa Tackleando Muros?
Con Los Toros, muy contento. La verdad que cada vez son más jugadores que se suman al Programa y eso tiene que ver con los resultados que se fueron dando. Disminuyeron muchísimo las peleas, los conflictos y el consumo dentro de la cárcel. Aparte, jugando al rugby encuentran un nuevo espacio de libertad. Son más de 60 jugadores los que están dentro del Programa entrenando todos los martes, miércoles y viernes. Seguramente, a partir de esta segunda parte del año vamos a tener más partidos, trataremos de involucrarnos con algunos equipos que no pudieron ingresar al torneo Desarrollo de la URuMi para que tengan continuidad, haremos algún torneo nuestro y trataremos de jugar algún torneo como el Interfacultades. Creo que es muy importante el trabajo que se viene haciendo en forma conjunta con la provincia y con la Fundación Espartanos porque los objetivos planteados se están cumpliendo.
Es una nueva oportunidad para todos aquellos que en la cárcel, por ahí no encuentran una salida o un cambio rotundo en sus vidas, y por medio del rugby lo pueden hacer. Son varios los jugadores que se incluyeron en el torneo URuMi, Sergio Candia está jugando en Mamangá de Montecarlo, Carlos Sánchez está en Tacurú, con nosotros ahora está David, un chico que salió en libertad la semana pasada y ya está entrenando en un club. Entonces, esos ejemplos son más que importantes para todos los chicos que están adentro, porque saben que afuera en el rugby como en la vida se les abre una puerta muy grande para que puedan rehacer sus vidas.