Los empleados de la Dirección Nacional de Migraciones, nucleados en ATE, de todas las sedes del país, llevaron adelante distintas medidas de fuerza. El reclamo central radica en la mejora salarial. En Posadas y tras una asamblea, se decidió atender al público en la delegación ubicada por Buenos Aires entre San Martín y Sarmiento. La particularidad, en este caso, fue que entregaba junto con el folleto donde se explicaba la protesta, una bandejita con reviro y un vaso con mate cocido a quienes se acercaban a realizar un trámite.
No obstante, en las sedes de mayor dimensión como ser la Central, La Plata y Burzaco la medida consistió en un paro total por 48 horas, por lo cual; la suspensión de actividades se extiende hasta hoy.
La delegada de la Junta Interna de ATE Migraciones, Silvia Krieger, brindó un panorama a PRIMERA EDICIÓN sobre la situación por la que atraviesa el sector. “La medida de fuerza se replicó en todo el país y, si bien lo ideal hubiese sido el paro; en asamblea decidimos respetar los turnos de las personas que se acercan a hacer un trámite y seguir atendiendo. Pero, también se decidió que haríamos reviro y mate cocido para quienes llegaban a la delegación”, deslizó.
El reclamo central de los trabajadores es la recomposición salarial urgente. Al respecto, Javier Sender, secretario general, indicó que “muchos de los compañeros están cobrando por debajo de la línea de pobreza y, en Buenos Aires que es donde está el conflicto más grande, hay algunos que tienen un salario de 18.000 pesos, cuando la línea es por encima de los 28.000 pesos”.
Aseguró, a la vez, que “al estar por debajo de la línea de la pobreza, los empleados de Migraciones no llegan a fin de mes”.
En consonancia, Krieger detalló que “la dignidad del trabajador se fue perdiendo”. En relación a la situación actual por la que atraviesa el país y los continuos aumentos, consideró que “un trabajador que no tiene sus necesidades básicas satisfechas, que no puede pagar el alquiler, que no tiene para comprar los útiles para sus hijos o para la comida del día a día no puede estar en paz”.
Negociaciones y jubilaciones
En cuanto a las negociaciones para acordar los aumentos o las paritarias, la delegada contó que “siempre son muy duras, hasta ahora se pudo negociar incrementos para inspectores; pero todavía falta para los empleados de las delegaciones”.
En consecuencia, dijo: “Nos merecemos un sueldo igual porque las responsabilidades son las mismas”.
Adicionó que todavía los trabajadores del sector no pudieron cobrar las paritarias del año pasado. “En julio habrá otra, pero tampoco vamos a cobrar porque así como vamos, la cosa está parada y ese es el mayor problema”, apuntó.
Manifestó que “la mayoría de los trabajadores tienen letra E”, en relación a la categoría. “El sueldo es mínimo”, expuso.
Por otra parte, deslizó que algunos trabajadores se jubilaron; sin embargo, esos puestos no fueron cubiertos. Aunque hay algunos que por más que cuenten con la edad y los años de aportes obligatorios, siguen en funciones. “No puedo jubilarme, porque lo que voy a percibir no me va alcanzar para vivir”, dijo un empleado de la delegación Posadas.
En esa misma línea, otro empleado de la sede relató que “hace diez años trabajo, pero mi sueldo es bajo. Se va todo en cuentas, llega una altura del mes que tengo que pedir prestado”.