Un fuerte parate en la construcción se registró en los últimos meses en San Vicente, donde por lo menos diez obras de gran envergadura están frenadas desde el año pasado en el centro y con pocas probabilidades de reiniciarse en el corto plazo.
En consonancia, se registra una marcada baja en las ventas de materiales de construcción y mucha mano de obra desocupada.
En los loteos nuevos no se ven obras nuevas y eso preocupa a la población, por la cantidad de desempleo que se acumula en ese sector.
Hasta el momento solo sobreviven algunas obras “chicas”, que utilizan a pocos albañiles, y las obras públicas que siguen adelante -como los edificios escolares- están a cargo de empresas de otras ciudades, que llevan a la Capital de la Madera a su propia mano de obra ya contratada.
“Por lo menos dos años”
Las últimas casas que se construyeron fueron las del barrio Sagrada Familia, entregado hace dos años pero que para entonces ya hacía por lo menos tres más que estaba terminado. También se construyeron las cien viviendas de emergencia del barrio Samaritano, entregadas en diciembre del año pasado.
Desde los comercios que venden materiales de construcción sienten el “coletazo” económico y la paralización de la actividad constructiva.
Aseguran que las ventas bajaron paulatinamente desde por lo menos hace dos años, aunque desde mediados del año pasado la caída fue más pronunciada y continua, hasta llegar ahora al punto de que se comercializa alrededor de la mitad que hace unos años en este rubro.
La importante baja en la construcción no sólo influye en la mano de obra y en la venta de materiales de la construcción, sino que también se refleja en otros rubros como el maderero, carpinterías, fábricas de aberturas y vidrierías.
Paralelamente, aunque se percibe una drástica caída de actividad, no hay datos certeros de desocupados en el sector de la construcción, donde la mayoría de los trabajadores están “en negro” y solamente las empresas a cargo de obras del Estado provincial tienen blanqueados a sus obreros, por eso no se puede conocer información fidedigna como para elaborar una estadística.
Sin crédito
Especialistas confirmaron a este Diario que lo caros que resultan hoy los préstamos personales influyen directamente en el parate de la construcción.
Es que esta herramienta financiera es muy utilizada por los empleados públicos para agrandar o reparar sus casas o tal vez construir una nueva, pero los intereses crediticios -que superan el 60% anual y que en algunas oportunidades llegaron a rozar el 90 por ciento- alejan a los trabajadores de la posibilidad de acceder a ellos.