Abril viene con otro golpe al bolsillo. O al menos eso se estima, ya que a nivel nacional se baraja la idea que desde el próximo lunes, el precio del combustible se modificaría. Ello, representaría la tercera suba que se da en el transcurso del año. De ser así, el incremento rondaría el 3%, por lo cual la nafta saldría, por lo menos, un peso más cara. De concretarse la readecuación, se estaría rondando el 8,7% en 2019.
El primer aumento de este año se dio a principios de febrero y rondó el 2,9%. Estuvo relacionado al nuevo precio del barril de petróleo. Mientras, el segundo se concretó el 1 de marzo y en promedio fue de 2,8%.
Se trató de un ajuste en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) establecido por ley. En la ocasión, sólo se concretó el 50% de la suba, ya el Gobierno había sancionado que se lleve adelante en dos etapas, una en marzo y la siguiente en abril. De esta manera, se puede estimar que sólo por dicho impuesto, el combustible podría aumentar 0,42 centavos y el gasoil 0,25 centavos por litro, y a esos montos se les agregan los demás factores, por eso la modificación en el precio puede superar el peso.
En consecuencia, las razones de la nueva modificación, la cual se daría la semana próxima está relacionada a los dos puntos anteriores y a la variación en precio del dólar.
Al respecto, el titular de la Cámara de Estaciones de Servicio del Noreste (CESANE), Faruk Jalaf, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “si bien no hay ninguna confirmación, se sospecha que subirá el precio”.
En concordancia, desde la estación de servicio de Candelaria, deslizaron que “no nos suelen avisar antes de las subas, sino que los precios se incrementan de forma remota”.
En relación a la modificación que sufrirá el combustible, Jalaf recordó que “las estaciones de servicio no son formadoras de precios, sino que eso lo deciden las petroleras y el Gobierno nacional; el primero por el costo del barril y el segundo con los impuestos”.
Caída del consumo
Hoy en día todavía se mantiene en baja el consumo de combustibles. El año pasado la merma estuvo en el orden del 30%. La mayor caída se notó en los productos premium, tanto en la nafta como el gasoil. Jalaf dijo que “lo que sucede es que la gente privilegia otras cosas antes que el combustible”.
Además, sostuvo que “mantener una estación de servicio es muy complicado. Se debe a que el costo operativo es muy alto, además siguen subiendo las tarifas y sueldos que se deben abonar a los empleados”. Agregó que “eso obliga a tener un capital mayor que nos permita cubrir todos esos gastos”.
En cambio, desde la estación de servicio de Candelaria, reconocieron que “se está trabajando en niveles aceptables”. Recordaron que “venimos de una etapa dura entre enero de 2017 y marzo de 2018 debido al Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) Diferenciado para Posadas, el cual afectaba a las estaciones de alrededor”. Añadieron que “en nuestro caso, después de ahí se trabajó bien e inclusive hemos aumentado la venta”.
Jalaf se animó a dar un panorama para este 2019. Consideró que “se acerca la cosecha y llega un período de elecciones, por ello, seguro se verán algunos incrementos salariales. Eso dará un respiro al bolsillo del consumidor”.