El Parador 3 de Mayo de Garuhapé fue epicentro de la Primera Feria de Semillas con integrantes de la zona, organizada por los propios productores y feriantes junto al Ministerio de Agricultura Familiar de la Provincia, el pasado miércoles 13.
De esa manera, los agricultores, ingenieros agrónomos y familias que se acercaron hasta la feria pudieron disfrutar de una jornada plena de intercambio de semillas, conocimiento sobre el sistema de producción agroecológico, y lucha contra el uso de transgénicos.
Pese el mal clima, desde temprano los feriantes aguardaron al público con los productos exhibidos sobre las extensas mesas.
Preocupados por el avance de los tóxicos que utilizan las grandes empresas en las plantaciones, los agricultores mostraron diversas banderas con frases que decían “No queremos transgénicos en Argentina, ni en América Latina”, “Por una comunidad activa y saludable”, “La tierra es nuestra, juntos la defendemos”, “Tierra y trabajo = alimentación saludable”, “Queremos soberanía alimentaria”, entre otras.
De a poco los autos comenzaron a llegar, bajando por un corto camino de tierra desde la ruta Nacional 12. La música en vivo y la gastronomía acompañaron durante el desarrollo de la feria.
Precisamente, Gerardo, integrante de la Feria, a cargo de los preparativos en la improvisada cocina, se detuvo unos segundos para dialogar con PRIMERA EDICIÓN.
“Esta feria es algo muy bueno para los productores por el hecho de que pueden traer las semillas de la chacra para comercializar o intercambiarlas por otras”, destacó Gerardo y agregó: “Ya habíamos realizado una feria de la semilla pero no se había invitado a tanta gente como ahora. Esta es la primera feria que se organiza invitando a productores de toda la provincia. La convocatoria tuvo mucha respuesta pese al mal tiempo”.
Además recordó que parte de la organización tuvo “la experiencia de hacer la Fiesta de los Envasados por tres años seguidos, y ahora con esta feria abrimos la posibilidad de ofrecer las semillas en la zona”.
En tanto que De Oliveira, productora de Colonia Unida, Montecarlo, comentó mientras vendía algunas semillas: “A los clientes les llama mucho la atención nuestra mercadería porque son productos sanos sin ningún agrotóxico. La gente que viene de las provincias del centro o sur del país, nos dicen que no pueden creer la alimentación sana que tenemos con estas mercaderías”.
En relación a esto manifestó: “Llevo 5 años trabajando con el modelo de producción agroecológico. Y hoy ya somos cerca de 80 vendedores en la zona con este sistema”.
“Yo trabajo con una producción mínima y alcanzo mensualmente unos 8 mil pesos. Para nosotros que somos pequeños agricultores no es gran cosa, pero tenemos esa plata sin depender de nadie”, amplió.
Walter Czerepak, parte de la organización de la feria, indicó que “la idea es revalorizar este espacio, como un lugar de encuentro en el cual se están juntando productores de diferentes zonas de la provincia de Misiones, como Garuhapé, Montecarlo, Puerto Piraí y Puerto Libertad. Hemos conformado lo que se llama la Red Provincial de Organizaciones y Pueblos Originarios”.
“Los productores vienen a exponer los tipos de semillas que se están utilizando en las chacras misioneras. Son todas semillas criollas y nativas, con variedad de maíz, poroto negro, colorado, y poroto manteca, principalmente”, detalló.
Cabe destacar que durante la feria también se expusieron diversas hortalizas, verduras y productos caseros envasados en frascos.
“El mismo Gobernador expuso que se está oponiendo a todo lo que es el ingreso de la soja transgénica a Misiones, nosotros decimos también No al maíz transgénico en la provincia”, reclamó Czerepak.
La ingeniera agrónoma Jesús Contreras señaló: “La feria de semillas nativas y criollas es del pueblo, esto es lo que tienen los productores, lo que hay que defender y perpetuar a través del tiempo, por eso estamos en contra de las semillas transgénicas”.
Mientras que Elena Godalewski destacó: “En estas ferias también hay mucho intercambio entre los productores, con eso logramos que no vayan a la agropecuaria a comprar semillas con veneno”.
“Tenemos la responsabilidad como familia de enseñar a nuestros hijos a usar semillas naturales porque eso es vida, a través de las semillas que nuestros antepasados trajeron, tenemos la responsabilidad de cuidarlos. Entre todos los productores, y gracias a todos, podemos tener al alcance las semillas y compartirlas. Nuestros nietos van a tener el fruto en la tierra. Es práctico y más fácil con la tecnología, pero eso nos llevó al envenenamiento y muerte. Todos sabemos lo que hace el veneno. Al comprar una semilla así se mata el ciclo alrededor”.
En tanto que Sandra Ayala y Ángela Duarte, productoras de Puerto Piray, coincidieron en manifestar: “Para nosotras es muy importante esta feria por el intercambio que se hace. Por ahí no tenemos una semilla pero la conseguimos de otro productor. Además se transmite el conocimiento. Lo que uno desconocía de una semilla o una planta, recibe esa información de otro que sí conoce, eso nos conecta como trabajadores de la tierra”.
“La idea en las chacras es tratar de mantener el uso de las semillas criollas, para no tener que andar comprando y usando veneno en el trabajo de producción”, añadieron.
Por su parte, la productora e integrante de la feria franca de Puerto Libertad, Norma Beatriz Duarte, expresó: “El valor de ferias como esta es porque a veces por alguna helada o mal tiempo perdemos algunas semillas, y acá la recuperamos, además de tener la posibilidad de conseguir distintas variedades de semillas”.
Al mismo tiempo remarcó: “Conservo mis semillas porque no quiero usar productos transgénicos. La agroecología es más sana, tener la semilla propia y mantenerla sin productos químicos es lo mejor. Es más saludable”.
Por su parte, Damián Rivero, representante del Ministerio de Agricultura Familiar provincial, valorizó que durante la feria “se generó mucho intercambio de conocimiento de los técnicos y de los productores. El enfoque que se fomenta en estos espacios es muy bueno. El estar presente en la feria ayuda mucho a la institución, los productores y la gente para fortalecer las ideas del modelo agroecológico que se está gestando a nivel mundial”.
Al mismo tiempo puntualizó que “como institución pública buscamos estar cerca del pequeño productor, por eso fomentamos las huertas agroecológicas con el fin de que la gente pueda tener una visión distinta de lo que son los cultivos en general. Está apuntado a los pequeños productores, recordando que la agroecología promueve la diversidad de los cultivos en pequeñas parcelas. Queremos lograr la soberanía alimentaria”.
“Con la diversificación de las huertas hablamos de implementar distintas especies en medianos lotes, de acuerdo a la densidad que presenta el productor. Siempre respetando las épocas, la rotación de los cultivos y los descansos que requiere el suelo para enriquecerla nutricionalmente. Lo que genera esa rotación de cultivos es una mayor fertilidad, evitando la deshidratación del suelo”, explicó y amplió: “Por eso impulsamos las huertas en las escuelas. Se sancionó una Ley provincial en el Parlamento mediante el cual hacemos hincapié desde los más pequeños, mostrando cómo se producen los alimentos, que conozcan la labranza de la tierra, de dónde vienen los alimentos, qué técnicas se pueden implementar, de acuerdo a las edades de los chicos”.
“Esta ley está enfocada no solamente para las escuelas agrícolas que tienen un gran desempeño en eso, sino que las escuelas públicas y privadas de las ciudades tienen que empezar a implementarla en la currícula”, agregó.
“Tenemos mucha demanda de gente que se está sumando. Se ve una mayor conciencia de este modelo de producción, de lo que requiere. El acompañamiento es fundamental y hay un crecimiento muy importante en cuanto a productores que se están dando cuenta que el modelo neoliberal, que siempre perduró en Argentina, tiene sus graves consecuencias medioambientales. Por eso se apunta a las alternativas de producción para que los agricultores tengan su propia rentabilidad también con el modelo agroecológico”, indicó Rivero.
“No solamente los productores se vuelcan a este modelo productivo sino también gente que no tiene noción de cómo producir una huerta pero quiere producir sus propios alimentos. Notamos que esa conciencia se está empezando a gestar. Por eso lanzamos talleres gratuitos, dentro del programa de agroecología urbana, destinada todas las personas interesadas a implementar huertas”, finalizó.