En busca de una impronta exportadora y ultimando detalles en la fábrica de viviendas industrializadas con madera, en el Día del Industrial Maderero, el presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Noreste de Corrientes (APICOFOM), Guillermo Fachinello, brindó a PRIMERA EDICIÓN un detallado panorama de la coyuntura en que se encuentra el sector.
“Estamos atravesando un momento muy difícil, las ventas internas del país son casi nulas, tenemos un alto índice de morosidad en los pagos, costos financieros carísimos, poco consumo y las industrias están trabajando a menos de un 50% de su capacidad productiva. Por lo que se empezó a focalizar el mercado internacional para ver si podemos ubicar nuestros productos. Hay demanda de madera en el mundo que exige calidad y precio. Pero cuando pensamos que podíamos exportar y se comenzaron a enviar ofertas de productos al exterior nos aumentaron los impuestos, estos 3 pesos por dólar exportado que debe pagar el exportador es mucho. Debería eliminarse en las economías regionales. Y hay que agregar a esto que Misiones y Corrientes están lejos del puerto de Buenos Aires y los costos de logística son más importantes”, describió.
“La burocracia que implica una exportación hace que los pequeños productores se desanimen de pensar en esta alternativa. Por ello en nuestra institución buscamos la asociatividad, así el socio que tiene experiencia exportadora, la mediana y gran empresa pueden colaborar con el pequeño aserradero, para que todos puedan exportar”, confió Fachinello. Y añadió que “asesoramos a los pequeños industriales madereros que están con la idea de exportar y lo conectamos con los posibles clientes del exterior. Pero son pocos los que pueden afrontar financieramente una exportación”.
“Desde APICOFOM buscamos el desarrollo y la evolución tecnológica, para que todos los socios puedan estar a la vanguardia de la tecnología mundial. Es así que las empresas madereras vienen invirtiendo en tecnología en forma permanente. Las máquinas con las que contamos en el sector de la foresto industria son de última generación. Tenemos una capacidad de producción de grandes volúmenes de madera aserrada y productos de madera, sólo necesitamos que las condiciones del país apoyen y ayuden a poder entregar nuestros productos en el mercado nacional e internacional”, dijo y aclaró que pretenden “una impronta exportadora porque vemos que lo que el país necesita es traer divisas”.
La gran crisis del industrial maderero, principalmente el pequeño, se presenta ante un mercado interno que está sin poder adquisitivo y eso está perjudicando mucho a las micro y pequeñas empresas, máxime teniendo en cuenta que la base económica de la provincia son las empresas familiares, que trabajan a pequeña escala y no tienen posibilidades de vender afuera. Entonces, una medida que se adoptó desde hace algunos años en APICOFOM es el dictado de cursos de capacitación, gratuitos y específicos, como afilado de sierras, estructuras con madera, mantenimiento de calderas, operador de moldurera, calidad de la madera, higiene y seguridad en la industria, armador de bastidores y paneles, clasificación, diseño, marketing, innovación tecnológica, “tuvimos la suerte de que muchas industrias pudieron equiparse con alta tecnología y están teniendo demanda de mano de obra calificada”, capacitar a los operarios es una tarea importante, para la excelencia de la industria, mencionó el presidente y aprovechó para invitar a que se acerquen a la sede, pues de marzo a mayo habrá nuevos talleres.
Otro pequeño granito de arena aportado, que para nosotros significó un gran esfuerzo, fue habernos juntado ocho o nueve empresas para montar una fábrica, que será la más grande del país, de viviendas industrializadas con madera y que estamos instalando en el Parque Industrial, la semana pasada llegaron a Buenos Aires las máquinas de Alemania y en el transcurso de esta estarán arribando a Posadas. Es una inversión privada de más de 2 millones de euros en maquinaria, más todo lo que es infraestructura, calculamos 10 millones de dólares, en un contexto en que creo que somos pocos los que estamos haciendo semejante inversión, somos todos misioneros y trabajará toda la cadena de valor”, agregó.
El empresario maderero destacó el apoyo del Gobierno provincial e hizo hincapié en que se está solicitando al Estado nacional la incorporación de madera en obras tradicionales, como ser techos, cenefas, zócalos, placares y demás, de la foresto-industria local, que en su mayoría trabaja con monte implantado, con el que se logra además proteger el medio ambiente.
Y subrayó que lo más importante es que ahora tenemos diálogo directo con el presidente de la nación, ingeniero Mauricio Macri, “estamos sentados en lo que se llama ‘Mesa de la Competitividad del Sector Foresto Industrial’, que tuvo su séptimo encuentro y donde estamos planteando nuestros reclamos, fundamentalmente necesitamos contar con buen suministro de energía eléctrica, tener operativo el puerto en Posadas y/o Ituzaingó, Corrientes, bajar el costo de la logística y el uso de la madera en la construcción”.
Las distancias siempre fueron parte de la problemática de Misiones, “al estar tan lejos del puerto necesitamos habilitar el de Posadas o Ituzaingó, una empresa está trabajando en ello, viendo qué se puede traer, para que sea un ida y vuelta, se cambió la Ley de Cabotaje, para que se puedan traer barcazas de Paraguay, con la Dirección de Puertos y los gremios se está negociando, se están moviendo las cosas, nunca al ritmo que precisamos, pero tenemos diálogo para trabajar”, explicó Fachinello e insistió en que “el mayor problema es que no tenemos consumo interno, las ventas de madera están paradas, estamos en un momento muy difícil”.
Madereros de toda la vida
“Los que tenemos más de cincuenta años somos una generación que lo vio todo, personalmente anduve arriba de una jangada y de un bitren, en nuestro ADN está la madera y es difícil dejar, es algo lindo, lástima que cambian mucho las reglas de juego, somos la tercera o cuarta generación que está en esto y en toda nuestra escala de la cadena de valor están las familias, por eso somos una industria bastante particular”, describió el presidente de APICOFOM, que asumió en diciembre pasado.
Aunque reconoció que “fuimos cambiando, empezamos vendiendo madera rústica, luego comenzó a cepillarse, porque cada vez que ponés una máquina que le dé valor vas mejorando tu competitividad, actualmente, cuanto más valor sumás, más competís con el brasileño, con el chileno que están vendiendo al mundo, y eso nos está costando, por eso estamos exportando mucha madera rústica, simplemente aserrada o con un cepillado, nuestro costo logístico y laboral es muy alto en comparación a la competencia y con el agravante que el mercado internacional bajó un 8% el precio de la madera”; por lo que es imprescindible reducir los costos fijos.
“Tenemos madera para mucho tiempo, es nuestra materia prima, hay que buscar mercados para que la gente no pierda el incentivo de plantar, si no vamos a quedar en manos de grandes empresas. Actualmente la logística se está llevando gran parte, un contenedor con madera que sale de aquí tiene casi un 35% de logística, pero si somos eficientes el puerto va a funcionar, para ello tenemos que darle otra impronta económica y cultural a la industria forestal, hay que usar mucho el ingenio, hace unos años lo que menos pensábamos era que los aserraderos pequeños íbamos a exportar y ahora estamos trabajando mucho con Centroamérica, haciendo rondas de trabajo con la Dirección Nacional de Foresto-Industria, tenemos que trabajar y producir; creo que a medida que vamos teniendo precios competitivos iremos encontrando alternativas de mercado, para ello se necesita que los costos internos de la producción que vaya destinada a la exportación bajen considerablemente y flexibilización en todos los trámites que acompañan a un camión que sale con rollos del monte destinado a la industria que transforma y agrega valor, para llevar nuestra madera al mundo”, enfatizó.