Entre los sectores sociales obereños la preocupación por el incremento de la violencia y la criminalidad no es una circunstancia más. Por el contrario, se incrementaron las labores de espacios políticos y de acción directa. Uno de ellos es el Plenario de Trabajadoras.
Desde allí una de sus referentes, Gabriela López Giménez (31) fue de las primeras ayer en mostrar su postura ante la conmoción el crimen de la beba en Villa Lindstrom.
“Cada caso de violencia en localidades como Oberá, tienen múltiples particularidades, esta choca y sacude por la brutalidad de la muerte y corre peligro que se vuelva cotidiano el reclamo de represión para los menores. Ya estamos metidos en el psiquismo, en la construcción contra los pibes y no en analizar y sacarlos del estado de vulnerabilidad”.
“Una madre de 15 años, a la que se le endilga una muerte y se pide un castigo extremo, a la par la ausencia del Estado o su intervención tarde. Si se observa por separado no habrá salida”.
La militante del Partido Obrero también destacó: “La descomposición queda en claro con las edades de estos pibes detenidos, 14,15 y 19 años y no se resalta y cuestiona el caldo de cultivo que ofrece el Estado con su ausencia y como repercute en las condiciones. Los pibes librados a su suerte, como se dice habitualmente”.
También enfatizó que son cada vez más las “niñas que están en esta situación. Las convierten en madres y alientan a sus parejas a la criminalización. “La chica que está demorada hoy, debería estar en la escuela el lunes, o tuvo que haber estado el viernes y no sometida al calvario de la maternidad a los 13 o 14 años. Es momento de que el Estado intervenga pero laico e igualitario, que no le endilgue a los menores la culpa y que no le ofrezca como solución una celda de comisaría”, indicó.
Drogas y violencia
López Giménez sostuvo a su vez que en toda la provincia hay un incremento en el consumo de alcohol y drogas. Y que esto corroe los sectores desprotegidos donde “la marginalidad abunda”.
“Hay paco, marihuana y cocaína por todos lados, el narcomenudeo en Oberá aumenta como en todo Misiones. Si en Puerto Iguazú las madres pelean para que sus hijos no caigan en el consumo de crack, en la Zona Centro la venta de marihuana también crece. Si hay detrimento de las condiciones de vida hay violencia y es cada vez mayor”.