“Para la Asociación Jardín de los Niños, las mujeres siempre tuvieron un lugar privilegiado dentro de sus actividades. Desde hace más de 30 años, resaltan con su figura de liderazgo dentro de sus grupos familiares y supieron emprender con gran responsabilidad desafíos sociales como la urbanización del barrio San Jorge, la crianza de sus hijos y la superación personal”, recordaron desde esta organización que desde 1987 implementa programas de emprendedurismo, capacitación y contención para los vecinos de los barrios San Jorge, Sesquicentenario e Itá Verá.
“Siempre las mujeres han tenido un espacio privilegiado. Se las ha mirado con una forma diferenciada, siendo que en la mayor parte de los barrios donde trabajamos son compuestos por familias cuya jefa de hogar generalmente es la mamá. Es la que lleva adelante a la familia en todo sentido”, destacó la actual presidente de la fundación, Ilaria Cappellari.
Al frente de las cuadrillas masculinas
Señaló además que la mayoría de las actividades de la organización están pensadas para las mujeres como la implementación de los tres jardines maternales, los cuáles sirvieron y aún sirven, como lugares de contención para sus hijos “mientras ellas salían a trabajar”.
“Otro tipo de actividad que también pensó a la mujer como jefa de hogar, es el programa de urbanización, a partir de los años 90 hasta cerca del 2015 en el barrio San Jorge, donde en conjunto con el IPRODHA pudimos lograr que las mujeres sean las principales beneficiarias. Siempre se fomentó que las propiedades, estuvieran a nombre de ellas, más allá de la situación familiar teniendo en cuenta que muchas veces eran abandonadas o presentaban situaciones familiares complicadas”, resaltó Ilaria.
Al tener que autoconstruirse sus viviendas, el programa también dio lugar a que la mujer sorprendiera dentro del rubro de albañilería, construcción, carpintería y todo oficio que se espera lo asuma el rol masculino. “Llegamos a tener mujeres encargadas de cuadrillas masculinas, que dirigían la obra y mediante eso logramos un hito dentro de nuestra labor social. Inclusive hemos fomentado que los talleres que impulsábamos desde nuestra escuela profesional, sean abiertos a las mujeres y durante el año se ve, que hay muchas que se inscriben y demuestran que solamente es una cuestión de construcción social y de género”, destacó.
Otros programas
Según indicaron, el programa de microcréditos junto al del Pro- Gen permitieron que las mujeres beneficiarias resaltaran socialmente y asumieran responsabilidades familiares. Desde el 2011 hasta el 2018, el Pro- Gen dio lugar que quiénes se encontraban en situaciones de violencia familiar o de género, comenzaran a capacitarse por medio de los talleres barriales, superaran su situación y volcaran sus conocimientos en otras personas que estuvieran atravesando su misma situación en un marco de contención.
“Aún estamos esperando la reglamentación y asignación de un presupuesto a la figura de promotoras de género, la Ley que fue aprobada el año pasado y que ha permitido convertirlas en una representación gubernamental”, explicó Ilaria.
El hogar de madres adolescentes “San Francisco”, también ha sido otro de los programas implementados desde la Asociación para contener a embarazadas o madres solteras que estuvieran a merced de casos judicializados y se encontraran desprotegidas: “desde hace treinta años, el hogar cumple la función de una familia. Decimos que es un hogar de tránsito, pero lamentablemente los tiempos de la justicia o los tiempos para poder reinsertarlas en la sociedad son muchos más largos”, admitió.
Al finalizar, la presidente de la Asociación remarcó la importancia de articular nuevas metodologías de reinserción laboral con apoyo del Estado, de manera que la mujer pueda sostenerse de forma continua, más allá de los programas sociales: “es necesario apuntar mucho a la sensibilización y concientización de sus derechos para erradicar otros problemas que van surgiendo”.