La difícil situación económica por la que atraviesa el país golpea por igual a todos los sectores. Y en medio de esa tormenta, el fútbol no es la excepción. Desde hace largos años que los clubes viven situaciones complicadas, pero siempre se las ingenian para zafar y seguir jugando.
Este año arrancó de manera similar. El carácter recesivo de una economía que sólo se encarga de traer malas noticias (con aumentos en todos los rubros), derivó en que en los últimos días surgiera un rumor con respecto a Atlético Candelaria y Tigre de Santo Pipó, dos históricos del fútbol local. En los vestuarios se decía que ambos se bajaban de los torneos liguistas.
Ante la situación, EL DEPORTIVO habló en las últimas horas con sus máximos referentes, quienes aclararon la situación y brindaron un panorama.
En el caso de Candé, su presidente, Hugo Monzón, ratificó que jugará el certamen, pese a los problemas económicos. Del otro lado, Dante Pigerl expresó que Tigre resolverá que hacer en las próximas horas. No obstante, aclaró que si bien el tema económico es determinante, también conspira contra su presencia la falta de compromiso de varios jugadores.
Con mucho esfuerzo, los clubes afrontan el pago de aranceles fijos en la Liga, tales como mantenimiento, afiliación, fichaje, seguridad y médicos, que sufrirán un ínfimo aumento. Sin embargo, esos números se hacen más pesados cuando se le suman los servicios básicos como el agua y la electricidad, cuyos valores golpean con dureza las finanzas.
En la última reunión de la Liga Posadeña, en la cual se analizó la fecha y el formato de los torneos que se llevarán a cabo este año, se hizo referencia a la situación de Candé.
El representante del Deportivo Corpus, Edgar Rocha, en esa ocasión, propuso buscar un mecanismo entre todos los clubes para ayudar a Candelaria, idea con la que estuvieron de acuerdo varias entidades. Otras, en tanto, plantearon dificultades para seguir ese camino, pues indicaron que “no sobraba nada” y que los pocos recursos con los que cuentan serían volcados exclusivamente a sus clubes.
Cierto es, en todo caso, que existen realidades distintas. Así como hay clubes que padecen y muy duro en lo económico, otros afrontan la crisis con obras de infraestructura, tales los casos de Atlético Posadas en su campo de juego; Brown en sus instalaciones y Corpus, que espera ansioso la inauguración del estadio municipal.
Pero más allá de todo, la verdad es una sola: el fútbol misionero también sufre la crisis. Y de manera cruda. Que la pelota no se pare.