En el transcurso de los años, hombres y mujeres de la tierra colorada forjaron un fascinante futuro a través de las distintas ramas del arte, la música, la danza, la pintura, la literatura, la ciencia, la tecnología y otras tantas actividades que van dejando huellas imborrables en diversos ámbitos a lo largo y ancho de la provincia.
Por eso, PRIMERA EDICIÓN, reconoce a la cantante y docente Patricia Gaona, por llevar la música misionera a escenarios de Argentina y el mundo.
La protagonista nació en 1964 en Eldorado y a los pocos años se trasladó con su familia a Posadas, donde comenzó a despertar en ella esa pasión por el canto.
Con sólo siete años empezó a tomar clases con la profesora Norma D’Indio y de guitarra con el maestro Miguel Viarengo. Y a los doce resultó elegida como “mejor voz femenina” en un festival infantil de folclore provincial. Lo curioso fue que en la categoría “mejor voz masculina” fue para Osvaldo Quiroga, quien años más tarde se transformaría en su pareja.
A la vez que Patricia se afianzaba en la música, cursaba sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Santa María.
Con sólo quince años cumplió el sueño de grabar su primer disco que llamó “Garganta del Diablo”. Le siguieron “Con el canto en alto” y “La magia del Litoral”.
Su talento la llevó a ser parte de distintos encuentros provinciales, el Festival Nacional de la Música del Litoral, el Festival Nacional de la Yerba Mate y el Festival Nacional del Té. Pero también a recorrer escenarios de otras provincias como Cosquín y Jesús María, en Córdoba; la Chaya en La Rioja; la Chacarera en Santiago del Estero y otros tantos donde siempre puso en lo más alto a la música misionera.
Entre tanto ingresó a la carrera de Ciencias Naturales del Profesorado Antonio Ruiz de Montoya, donde obtuvo el título en 1986.
Durante un año realizó las prácticas en el Colegio Virgen de Itatí y luego viajó a Buenos Aires, donde también se recibió de licenciada en Gestión Educativa, lo que la habilitaba a ocupar cargos directivos dentro de la docencia.
“Actualmente soy vicedirectora de una escuela y profesora de Biología, pero nunca dejé de cantar. La ventaja que siempre tuve es que enero y febrero arrancan los festivales y estoy de vacaciones como docente”, explicó.
En 1991 formó parte de la Compañía de Danzas de la Ciudad de Santa Fe, dirigida por Hugo Ifrán, con la que realizó su primera gira por España, Suiza, Bélgica y Francia.
Seguidamente concretó otro viaje al viejo continente, en esta oportunidad con la delegación de Misiones integrada por la profesora Teté Lacroix, el maestro Ricardo Ojeda, bailarines de la Escuela de Danzas Eco de Tradición y otros destacados artistas de la tierra colorada.
En esa oportunidad la delegación participó del evento organizado por el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folclore y de las Artes Tradicionales (CIOFF, por sus siglas en inglés de International Council of Organizations of Folklore Festivals and Folk Arts), un organismo dependiente de la UNESCO.
“Tuve la oportunidad de participar en importantes festivales de Argentina. Creo que la música de Misiones tiene un ritmo riquísimo que tal vez no tenga la difusión que tienen otros ritmos, pero es hermoso y está todo dado para que se pueda descubrir. También los músicos misioneros deben poner énfasis en nuestra música que al final tiene que ver con uno”, expresó la artista. Gaona destacó el legado que dejaron los músicos y poetas misioneros a través de sus letras y que los músicos actuales deben mantener vigente.
“Tenemos que seguir cantando aquellas obras de Fermín Fierro, Vicente Cidade, Daniel Larrea, Lucas Braulio Areco, Alcibíades Alarcón. Por suerte tenemos a maestros como Ramón Ayala o Ricardo Ojeda que siguen difundiendo nuestra música y nos toca a nosotros seguir”, subrayó.
Hace pocos la Subsecretaría de Cultura de Misiones distinguió a Gaona y a otras nueves mujeres con la Orquídea de Plata, premio que se otorga en el marco del Día de la Mujer.
“Cuando me mandaron el mensaje informándome del premio estaba en la Biblioteca Británica en Londres. En ese momento estaba emocionada porque estaba mirando manuscritos originales de Ludwig Van Beethoven y Frédéric Chopin y al haber recibido aquel mensaje me dije que ‘todas las cosas por algo pasan’”.
A pesar de que la artista pasó la mayor parte de su vida fuera de la provincia, siempre tiene presente a Misiones en cada actuación y consideró esa acción como un trabajo silencioso que realizan muchos artistas.
“Hace cuarenta años que hago música de Misiones y no vivo allí. Cuando estamos dentro de la provincia sabemos de qué se trata nuestra música, pero hay otros músicos que cuando están afuera tienen la tentación de tocar otros ritmos, quizás más comerciales, y a veces mostrar la música misionera es más difícil. Siempre me mantuve en la misma línea y los discos que grabé son todos de autores misioneros. Lo mismo pasa cuando canto en algún lugar, siempre llevo en mi repertorio la música misionera, no canto otra cosa”, finalizó.