Aquellas luchas épicas relatadas por la mitología griega y leyendas romanas no están tan lejanas… Cada uno de nosotros las lleva dentro… No te asustes, ¿porqué asustarte? No tengas miedo de decir… ¡a mí también me pasa!.
Todos tenemos las dos voces: la del bien y la del mal. Todos tenemos la misma batalla interior, ya que este mundo está formado por el espíritu y la materia. Lo mutable y lo inmutable. Así se sucede la creación… Todo es Dios.
Algún día, en algún momento esas dos voces cesan. Cesan porque se unifican. Dejan de luchar y encuentran la reconciliación y el punto intermedio entre lo mutable y lo inmutable, la luz y la sombra…
No tengas miedo… a mí también me pasa. En algunos momentos hablo sola, en algunos momentos discuto conmigo misma, en algunos momentos pienso que te voy a decir o que te diría si estuvieras acá enfrente mío….
Todos tenemos las dos voces. Todos en algún momento tuvimos esa lucha interna que cesa cuando podemos hacer las paces con nosotros mismos.
Esa paz y ese amor surgen primero hacia nosotros y luego lo podemos derramar hacia el exterior, y así comenzamos a vivir desde la sonrisa y no desde el enojo. Vivir desde la alegría y no desde el ceño fruncido. Todas las formas del Universo contienen la luz y cuando encontramos la luz dentro nuestro la encontramos en todo.
Aquellas personas que encuentran la luz dentro ya no necesitan buscarla fuera. Sólo necesitamos relacionarnos con ella para derramarla en nuestro entorno.
La luz en la luz genera más luz… Y así la lucha cesa, y con ella el enojo… luego sobreviene la calma y la aceptación.
Aceptación consiente que no es resignación……. Sí a todo tal y como es!….
No tengas miedo. Todo el secreto del Universo está dentro de nosotros. Todo lo que alguien escribió, inventó o realizó…. también ya está dentro nuestro y puede ser también tu realización.
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Patricia Couceiro
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