Fueron las nutricionistas quienes alertaron que la mayoría de las pacientes guaraníes embarazadas o que recién habían tenido sus bebés internadas en el hospital Materno Neonatal dejaban en sus platos siempre los mismos alimentos sin comer: huevo, carnes y dulces.
Con la intención de entender las razones de lo que estaba sucediendo, el área de Salud Indígena del Ministerio de Salud Pública comenzó un trabajo articulado junto a nutricionistas, promotores de salud indígena y referentes femeninas guaraníes que aportaron información sobre esta costumbre alimentaria a la que no adhieren todas las mujeres guaraníes.
“Nos encontramos con que las mamás guaraníes, aunque no todas, llevan una dieta especial durante el embarazo y el puerperio. Durante el embarazo y el pauperio, se abstienen de comer huevos, nada frío, ni con azúcar, ni nada de carne. Vuelven a la alimentación ancestral que llevaban sus abuelos en período de crisis. Y los hospitales que tienen maternidades seguras ya empezaron a adecuar, este es uno de los cambios que se está por hacer por resolución. Ya se habló con el proveedor del servicio de comida en los hospitales. El hospital Materno Neonatal es el primero en ofrecer este menú especial”, confirmó a PRIMERA EDICIÓN el referente de Salud Indígena, Adrián Saldías.
“Ahora nos enteramos que la cuestión de la alimentación en las maternidades era una de las barreras para que las mujeres guaraníes vinieran a tener a sus bebés al hospital. Esperaban hasta último momento para internarse para no tener que comer los alimentos que, según su cultural, no son aconsejados durante el embarazado y poco después del parto”, explicó.
Unidades de Parto Especiales
En tanto, según confirmó a PRIMERA EDICIÓN el director del Materno Neonatal, Hugo Ocampo, “empezamos a trabajar a mediados del año pasado en una iniciativa en conjunto con Salud Indígena a partir de puntos en comunes: ir superando todas las dificultades que surjan cuando una persona de la comunidad guaraní requiera algún tipo de servicio en nuestra maternidad. La idea es quitar todo tipo de obstáculos y adecuar nuestros sistema de atención como la estructura de la maternidad para adaptarnos a sus costumbres y que ellos se sientan cómodos en ese momento tan particular como es el nacimiento de un hijo”.
Según contó Ocampo, para que se sientan a gusto y evitar el rechazo que muchas veces experimentan al ir a los hospitales, “contamos con mucho apoyo de las autoridades de Salud Pública y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que nos capacitó para ir cumpliendo la ruta de atención especializada de la gente de la comunidad. Hemos hecho reuniones en diferentes puntos de la provincia pues nosotros somos más un centro de derivación. Incluso, se juntaron nuestras parteras con las parteras guaraníes y tuvimos intercambios muy productivos y hoy podemos decir que algunas cuestiones ya se visualizan en cambios en nuestro hospital: hemos adecuado habitaciones especiales para hacer un trabajo de parto lo más natural posible, respetando los tiempos que las mujeres usan en sus comunidades para parir. Ellos dan mucha relevancia a la alimentación en esta etapa y el hospital materno es el primer hospital de la provincia en incorporar este menú especial al servicio de las mujeres guaraníes. Se trabajó con la nutricionista y con la empresa que presta el servicio”, confirmó el profesional.
Poco intervencionistas
Según indicó Ocampo, se trata que la mayoría de las mujeres guaraníes pasen por un sistema de atención que en la institución llaman “trabajo de parto, parto y recuperación” que involucra el uso de salas especiales donde están acompañadas con las personas que ellas requieran, “generalmente las mujeres guaraníes no eligen a sus parejas sino a otras mujeres”, señaló Ocampo.
Las salas especiales no son exclusivas para guaraníes, “pero en ellas se respeta la esencia de no ser tan intervencionistas, respetar ciertas costumbres como la movilización y la posición a la hora de tener al bebé; si por algún motivo hay que revisarla que se le pueda explicar en qué va a consistir y porqué la revisación… creo que esto fue un gran avance”, indicó.
La idea es terminar esta ruta con el traslado del hospital al edificio nuevo. Un cambio que también quieren implementar es que las parteras guaraníes puedan ingresar como acompañantes junto a las madres e “intercambiar ideas con nuestras parteras y médicos, es decir que ellas vayan guiando también, que podamos encontrar puntos de acuerdo para que la intervención sea la justa y necesaria”, anticipó Ocampo.
Según confirmó el director del Materno, “en el caso de las guaraníes, evitamos el examen ginecológico sistemático cuando no es tan necesario. Tampoco se impone la posición de parto, tenemos unas camas especiales que permiten elegir diferentes posiciones e incluso hasta casi parada. También tenemos unos banquitos especiales que facilita que la madre tenga a su bebe casi de cuclillas, si así lo quiere. El recurso humano se adapta a lo que quiera la mujer guaraní”, aseveró.