La inseguridad e incluso la imposibilidad de transitar por algunas colonias de Santo Pipó preocupa a los vecinos. Es que hace aproximadamente dos años que esperan que se construya el puente sobre el arroyo “El Macaco”, en colonia La Pequeña, distante unos siete kilómetros de la ruta nacional 12.
Según contaron vecinos a PRIMERA EDICIÓN, este puente “lleva por lo menos dos años destruido. Una lluvia en 2016 lo derribó y con los vecinos acomodamos un poco las maderas y seguimos usándolo, pero los temporales posteriores y las crecidas del arroyo terminaron por destruirlo y ya no se puede utilizar. Lo peor de todo es que tampoco se puede transitar por el camino que lleva nuestra colonia, que está en muy mal estado. Hace unos días hablé con la intendente y le pedí si la Comuna podía arreglar el camino por lo menos, pero me respondió que ‘Santo Pipó es grande y tiene otras prioridades’, así que no tenemos esperanza de que se haga. Me dijo que espere a febrero y van a ver cómo solucionan el problema, pero me aclaró que ese camino no es prioridad para el Municipio”, contó Sara, quien tiene una chacra en ese lugar con plantación de yerba e ingresar o salir de ella se volvió una travesía peligrosa.
Contó además que para la construcción del puente “se licitó la obra y se presentó una empresa, el caso es que nunca se inició. No sabemos por qué, pero sí sabemos que la licitación se hizo, que se presentó una sola empresa, pero nunca se llevó a cabo la obra”, indicó.
Para los habitantes de este sector de Santo Pipó, transitar el camino es un suplicio y atravesar el arroyo El Macaco, un peligro, no sólo para salir de sus chacras sino cuando tienen que sacar sus cosechas.
Sara contó que una de las empresas que están instaladas en ese sector “había ofrecido hacer el puente o donar los materiales, pero rechazaron el ofrecimiento. Después vino la licitación y pensamos que se solucionaría el problema, pero seguimos esperando y de eso hace ya dos años”, dijo.
No sólo varias empresas grandes están en ese paraje: también pequeños productores como Sara, quienes esperan que la obra se inicie y también que el arreglo del camino se haga realidad aunque “no sea una prioridad” para el Municipio, ya que transitar por allí se convierte “en una travesía de rally”.