Las áreas protegidas nacionales, con sus diversas particularidades regionales -entre ellas, el Parque Nacional Iguazú y sus majestuosas Cataratas-, están recibiendo a los miles de visitantes estivales, quienes encuentran en las caminatas y actividades náuticas o acuáticas las emociones más convocantes en tiempos de verano.
Por ello, desde la Administración Nacional de Parques (APN) lanzaron una serie de recomendaciones y reglas básicas para que el disfrute de estos espacios a lo largo y ancho del país se realice de forma consciente y con el mayor respeto posible al ambiente natural en que se desarrolla.
A la hora de recorrer las áreas protegidas, es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
-No ingresar con mascotas (los perros y gatos son especies exóticas que alteran el comportamiento de la fauna nativa).
-Sólo hacer fuego en los lugares habilitados y cuando se permita.
–Consultar siempre el estado de las rutas y caminos internos, los senderos y el pronóstico del clima.
-Respetar la velocidad máxima permitida en cada área protegida.
-Prestar atención a la cartelería durante todo el recorrido.
-No producir ruidos molestos.
–No extraer plantas ni piedras.
-Mantener una distancia prudencial para observar a los animales, sin alimentarlos ni perseguirlos.
-Considerar los derechos de los demás visitantes al disfrutar de los espacios compartidos.
-No generar basura: regresar del área protegida con los residuos generados y depositarlos en los contenedores habilitados de las áreas urbanas.
En cuanto a las actividades náuticas y acuáticas, están específicamente reglamentadas y las medidas preventivas deben respetarse para evitar accidentes, ya que sus especiales características obligan a reforzar las prevenciones.
Las regulaciones de la Prefectura Naval Argentina y las disposiciones oficiales de cada área protegida son consejos básicos para la seguridad de los visitantes.
Otros consejos de la APN para una experiencia de calidad en los parques nacionales argentinos son:
Informarse antes de viajar: En la búsqueda de tu propia experiencia, obtener información como punto de partida te permitirá hacer de tu visita un momento único. Vivenciar un área protegida interpretando toda su riqueza ayuda a disfrutar de instantes memorables.
Disponerse a contemplar: En un mundo donde todo parece ocurrir a alta velocidad, regalate un tiempo al ritmo de la naturaleza. Cuando ingreses a un Parque Nacional frená tus pasos, caminá sin prisa, respirá profundo, abrí tu mirada: disfrutá la esencia de lo natural.
Escuchar el silencio: En los Parques Nacionales, los sonidos de la naturaleza se manifiestan sin pausa. Ser permeable a sus guiños te llevará a mundos sorprendentes.
Levantar la mirada: En lo alto del cielo, en la copa de los árboles, en el corazón del bosque, a la orilla de los ríos, andando senderos. Los momentos inolvidables en Parques Nacionales están ahí mucho más cerca que la pantalla de tu celular. Sólo hay que mantener la mirada atenta.
Animarse a caminar: Las sendas de los Parques Nacionales muestran señales de historias milenarias, donde la importancia de la conservación del ambiente se respira a cada paso. El secreto está en echar los pies a andar y prepararse para descubrirlas.
Registrar las mejores vistas: Los Parques Nacionales son refugio de escenarios naturales de belleza conmovedora. Paisajes que llenan la vista y el alma. Sé consciente de tu visita. Quedará indeleble en tu memoria.
Compartir las emociones: Asombro, sorpresa, admiración, orgullo. Los Parques Nacionales son reservas de emociones. Descubrilas, dejalas que te inspiren, compartilas con otros visitantes.
Encontrarse con los otros: Los vecinos y pobladores de los Parques Nacionales son reflejo del legado de tiempos antiguos, portadores de valores y señales particulares de la identidad del lugar. Hablar con ellos es un viaje a los rincones más valiosos de una historia centenaria.
Preguntar, descubrir: Los Parques Nacionales ofrecen algunas respuestas. Visitarlos es una puerta a nuevas preguntas, a querer entender más. Guardaparques, guías, prestadores, informantes y otros agentes de conservación, harán de tu visita una vivencia reveladora.
Conocer para querer, querer para cuidar: Descubrir los secretos de un Parque Nacional es una invitación a estimular positivamente tu relación personal con el ambiente. Interpretando sus señales percibirás su sabiduría, aprenderás a quererlo, y te sentirás inspirado a promover su cuidado y el de tu propio entorno.