Hoy en día el maltrato verbal tristemente se ha convertido en moneda corriente. Podríamos describirlo como un ataque que la persona realiza empleando determinadas palabras o dichos con el fin de controlar y dominar al otro. Es una manera de dejar en claro que tiene poder sobre la vida de quien es maltratado.
Alguien puede maltratar verbalmente de modo ocasional o casual, como una reacción negativa a una situación que lo afecta; o puede armar un plan en su mente con el objetivo específico, frecuente y a largo plazo de dañar a otro sin la menor consideración por las consecuencias que sus acciones podrían tener.
Sea como sea la modalidad de maltrato verbal, la persona que acostumbra maltratar con su boca es consciente de que las palabras encierran poder. Es decir, que se sabe capaz de lastimar a su víctima con aquello que dice al igual que lo haría con un golpe. Un golpe físico suele ser visible y los demás pueden darse cuenta de lo que está sucediendo; por el contrario, un golpe emocional, una agresión verbal, no se ve a simple vista pero deja moretones interiores que a veces tardan años en sanar.
En la mayoría de los casos, el maltratador emocional (que puede llegar a ser maltratador físico) al principio se presenta como alguien simpático y amoroso.
Incluso tal vez tenga una sonrisa en su boca pero, tarde o temprano, mostrará su verdadero rostro y recurrirá a la violencia verbal, a la agresión psicológica, a la tortura íntima que tiene lugar en la mente, a la manipulación emocional.
Todas estas, sin duda, formas de violencia invisible.
Te invito a analizar tres personalidades que recurren a este tipo de maltrato encubierto, aunque suene extraño, como una manera de subsistir. A saber.
1. El psicópata.
2. El narcisista.
3. El neurótico.
El psicópata considera a los demás como simples objetos a usar y descartar. Es decir, que cosifica a la persona que maltrata. La usa mientras le resulte útil para su objetivo, para después dejarla de lado sin sentir culpa ni remordimiento.
El narcisista cree que es alguien especial, único, sobre la faz de la tierra. Razón por la cual, exige ser tratado de modo diferente que el resto de la gente. El otro nunca es especial ni único como él o ella, por eso, no tiene problema en maltratar con sus dichos. Por lo general, quien posee este rasgo de personalidad siente envidia de la buena fortuna de quienes lo rodean.
El neurótico es la persona que manipula a los demás empleando la culpa. Como ya mencionamos, esta clase de agresión no deja marcas físicas en el cuerpo de la persona maltratada pero deja cicatrices afectivas invisibles que provocan un dolor muy grande.
Aunque no siempre es posible, y en ocasiones será necesario buscar ayuda profesional, es importante detectar los rasgos que acabamos de mencionar y darnos cuenta de que nos encontramos frente a un maltratador a nivel emocional. Actualmente la violencia verbal se halla en una escalada que nos urge detener en cualquier ámbito donde nos movamos.
Colabora
Bernardo Stamateas
Doctor en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.