El juicio que comenzó el jueves 15 con la lectura del auto de elevación a juicio del expediente y la declaración de tres testigos, dos peritos en criminalística y el esposo de la encartada, se realiza en la sala de audiencias del juzgado de la avenida Centenario casi Santa Catalina, con la fiscal María Laura Álvarez en la acusación y la defensa de los letrados Eduardo Paredes y José Luis Rey.
Para hoy fueron citados seis testigos, dos de ellos los médicos forenses, tres policías, entre ellos la bioquímica que le practicó el test de alcoholemia a Santa Cruz, el domingo 31 de enero pasado el mediodía, seis horas después de la colisión sobre la avenida Quaranta del Peugeot 408 que conducía la imputada con la motocicleta 110 centímetros en la que Cabrera regresaba a su hogar.
El testigo restante es el conductor de un automóvil que transitaba por el mismo lugar y hora del impacto y que se barajó, en un primero momento, que intervino en el siniestro.
De acuerdo a los datos que obran en el expediente, el episodio fatídico se produjo aproximadamente a las 6 sobre la exruta nacional 12 a pocos metros de la intersección con 115, avenida Lucas Braulio Areco.
Según las pericias el impacto con la motocicleta 110 centímetros cúbicos que conducía Cabrera, cuando retornaba a su domicilio en Villa Cabello y tras finalizar su jornada laboral, fue trasero sobre el carril sentido Este-Oeste.
Según los peritos que declararon el jueves pasado, el Peugeot se movilizaba a 68,58 kilómetros por hora en un tramo cuya máxima velocidad permitida es de 60.
Se sospecha, que el efecto “latigazo” le produjo la lesión que acabó con la vida del inspector de tránsito municipal.
Los mismos criminalistas apuntaron ante el juez Jiménez que el casco que portaba Cabrera no cumplía con las condiciones requeridas de seguridad (indicadas por IRAM y normas CHAS).