Un cortocircuito en el sistema eléctrico ocasionó, según creen los peritos, el incendio en la Escuela 850 del barrio Santa Rosa de Lima, en el kilómetro 1 de Eldorado. El fuego habría comenzado en el cielorraso de una de las cinco aulas de la institución para avanzar luego al pasillo y los sanitarios. Los bomberos fueron alertados del siniestro cerca de las 3.15 de la madrugada del martes y no tardaron en sofocar el incendio.
Lo sucedido dejó al descubierto, ante la opinión pública, la cantidad de conexiones clandestinas que estaban enganchadas al pilar del establecimiento educativo. Incluso, desde la Cooperativa de Electricidad de Eldorado anticiparon que iniciarán un relevamiento sobre esas conexiones irregulares que, sospechan, habrían incidido en la causa del cortocircuito.
No obstante, según confirmó ayer a PRIMERA EDICIÓN la directora de la 850, María Culshaw, en numerosas oportunidades se elevaron notas a la Cooperativa de Electricidad e incluso a la Supervisión Escolar de Primaria alertando sobre esta situación.
“Hay denuncias presentadas por los enganchados: notas y exposiciones. Se pidió a la Cooperativa de Electricidad que se acerque a verificar la conexión de la escuela porque se observaban cables que no correspondían a la institución. Desde la Cooperativa vinieron en su momento a verificar la conexión y observaron la presencia de cables que no correspondían; me dijeron en forma oral que como era el pilar de la escuela nos correspondía a nosotros cortarlos pese a que no está dentro de la escuela. Pero nosotros no nos animamos a cortar un cable por donde pasa 220 kilowatts de electricidad”, recordó la directora.
Un hecho conocido por todos
Según contó Culshaw, en más de una ocasión abordaron esta problemática con los padres de los alumnos, “en varias reuniones de padres expusimos que había conexiones irregulares, había padres que no estaban de acuerdo con esas conexiones y otros que sí, lo cierto es que todos sabíamos que había muchos enganchados y de los riesgos que corren porque son sus hijos los que vienen a la escuela”.
La directora explicó que la mayoría de los vecinos quiere tener electricidad sin tener que engancharse en forma irregular pero, al ser un asentamiento en tierras privadas, la Cooperativa de Electricidad se niega a bajar el servicio.
“Convengamos que estamos en pleno siglo XXI y las familias necesitan tener electricidad. La escuela funciona acá desde 2005 y estas 50 o 60 familias también están viviendo en la zona desde entonces. Contamos con recolección de residuos, también entra el colectivo al barrio, pero las familias no logran que se baje la energía eléctrica”, detalló.
En este contexto, indicó que muchos de los enganchados son las mismas familias de sus alumnos “que se cansaron de reclamar y pedir a la cooperativa que le bajen la luz, que ellos querían pagar como corresponde. Según tengo entendido, las tierras son propiedad privada de Arnold, el mismo propietario que las tierras del barrio Helena”.
Pudo ser una tragedia
Según contó la directora, “cuando llegué a la escuela, los vecinos estaban tratando de apagar el incendio con baldes de agua. Pero cuando llegaron los bomberos, se dieron cuenta que todo el pilar estaba electrocutado. Gracias a Dios no les pasó nada a los vecinos que ayudaron a apagar el incendio y solo tenemos que lamentar pérdidas materiales. Pudo haber sido trágico, nosotros tenemos un cilindro de gas de 45 kilos que nos donó un señor que trabaja en la cooperativa de electricidad”, aseguró la docente.
Entre los daños materiales se encuentra el techo de un aula, el cielorraso del pasillo y los sanitarios.
“No fue intencional, creo que fue un cortocircuito que colapsó los cables. El incendio ocurrió en una parte nueva que se inauguró hace poco: los sanitarios y un pasillo. Nuestra escuela es muy precaria, muy modesta, todo lo que se hizo fue resultado del trabajo a pulmón de los docentes. Aunque para hacer los baños contamos con apoyo de la Municipalidad y de Obras Públicas.
Este es un grupo muy trabajador y comprometido, se trabaja todos los días incansablemente, hacemos pastelitos en las fiestas patrias, venta de pollos… hacemos de todo para juntar fondos que nos permita solventar los gastos que tiene la escuela. Contamos con la ayuda de los padres pero son los docentes los que llevan adelante la institución”, destacó.
Clases suspendidas
La Supervisión Escolar dispuso la suspensión de las clases en la Escuela 850 hasta el próximo lunes. La Municipalidad estaría a cargo de las tareas de refacción.
La Escuela 850 tiene una matrícula de 150 alumnos, desde el nivel inicial hasta séptimo grado. Los chicos cuentan con servicio de comedor escolar que les sirve desayuno y merienda.