Tras la seguidilla de recursos, que incluyeron polémicos certificados médicos y escritos arguyendo que el clima le impedía salir de su chacra, Cristóbal Barboza (56) es juzgado tras quedar detenido el pasado viernes por orden de la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva.
Acusado por el delito de “homicidio culposo agravado”, el exintendente de Arroyo del Medio está sentado en el banquillo de los acusados por el siniestro vial en el que perdió la vida, en junio de 2016, el remisero de Leandro N. Alem, Alberto Mario Andersson (56).
Está previsto que el debate se desarrolle en una sola jornada, y será la encargada de acusar la fiscal María Laura Álvarez. Barboza enfrentaría una condena, en caso de ser hallado culpable, de entre tres y seis años de prisión efectiva.
Durante la semana pasada, el exjefe comunal (fue destituido tras la colisión frontal) y tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, se subió a la palestra de los cuestionamientos por sus decisiones o vicisitudes, porque con el “faltazo” del jueves 1 de noviembre a la citación obligatoria que le realizó la jueza tras su ausencia por certificado médico al inicio del debate del lunes 29 de octubre, fueron cinco las acciones y recursos utilizados que frenaron o dilataron el inicio del juicio oral para esclarecer lo sucedido durante la tarde del domingo 19 de junio de 2016.
Ese “Día del Padre”, sobre la ruta nacional 14 en jurisdicción de Cerro Azul, Barboza se cruzó de carril y colisionó conduciendo una Toyota Hilux, propiedad del municipio de Arroyo del Medio, al Ford Fiesta de Andersson.
El viernes pasado, Barboza se presentó al juzgado de la avenida Centenario casi Santa Catalina de Posadas y fue esposado y detenido de inmediato.
Esto se produjo luego que el informe del Cuerpo Médico Forense indicara que del análisis clínico practicado a Cristóbal Barboza el lunes, luego que presentara un certificado firmado por un galeno de Cerro Azul y frenara el juicio por cuarta ocasión, no se registraban impedimentos para que se sentara a ser juzgado.
Ese informe también señaló que en la clínica privada en la que se internó, establecieron que padecía un cuadro de “abdomen agudo” presunta pancreatitis, pero que a esta sospecha sólo le sugirieron una dieta y antibióticos que no corresponderían a la supuesta patología. Y lo más llamativo, no le indicaron estudios relacionados.
Fue aún más llamativo -y aceleró la decisión de arresto el hecho- que Barboza, el mismo lunes por la tarde, se retiró caminando del centro de salud. Su observación no llegó siquiera a las 24 horas.
Todos los recursos
Al debate se arriba tras una serie de recursos defensivos, que incluyeron solicitudes de suspensión de juicio a prueba (o probation), “criterio de oportunidad”, y planteos de imposibilidad de que Barboza se pueda sentar como acusado por otros problemas de salud. Todos estos planteos el Superior Tribunal de Justicia los rechazó oportunamente. El exalcalde enfrenta una imputación prevista por el artículo 84 bis del Código Penal Argentino con penas comprendidas entre tres y seis años de prisión efectiva.
Barboza impactó contra un remís, un Ford Fiesta, que conducía Andersson. La camioneta Toyota Hilux pertenecía a la Municipalidad de Arroyo del Medio.
La acusación apunta a que Barboza condujo alcoholizado, se cruzó de carril y el choque frontal fue fatal para el excolono tabacalero.