La “catarsis” de las audiencias públicas, en las que año a año se puede poner una grabación y los pasajeros frecuentes del Sistema Integrado del Transporte público (SIT) van a repetir los mismos reclamos. No porque quieran ser reiterativos ni caprichosos. Es porque el pulpo empresarios promete mejoras para obtener los boletazos y después no cumple.
En la edición impresa de PRIMERA EDICIÓN de hoy no se habla de mejores unidades, de no viajar como ganado, de incrementar las frecuencias, de cumplir los recorridos, de colocar mejores paradas, de bajar el costo del boleto menos. La cuestión que se plantea es tener más puntos de recarga de la SUBE Misionera y que las habilitadas tengan crédito todo el mes.
No puede ser que en Candelaria no haya un solo lugar donde los vecinos puedan recargar la SUBE, más aún cuando viajar sin ella cuesta un 40% más. Claro, total los empresarios Z no usan su propio servicio y llegan a fin de mes con los multimillonarios subsidios que perciben.
Pero la mayoría de los usuarios del SIT son familias con trabajadores o amas de casa que cuentan las monedas para cumplir con sus obligaciones y no seguir ajustando la economía del hogar.
Si Transportes de la provincia le dice a los intendentes que no es su responsabilidad exigir más puntos de recarga, ¿de quién esa obligación? En definitiva, hasta el Grupo Z se beneficiaría porque recaudará anticipadamente el dinero de los usuarios, viajen o no.
Lamentablemente, nada cambia aún cumpliendo los pedidos de aumento de los Z. Siguen aplicando el sistema como quieren. Mientras, la SUBE nacional, sigue siendo una expresión de deseo.