Pero lógicamente, no había tanta información y prensa negativa como la que tenemos que soportar actualmente y que se dedican a “llenarle la cabeza” a quienes no leen, no se informan correctamente y consumen cuanta mentira aparece en la pantalla de su televisor.
Nadie puede negar que la economía argentina está pasando por un momento crítico y que dependemos de lo que sucede en el mundo: que la Bolsa Internacional, que los precios de los insumos no se mantienen y dependen de la variación del dólar, que las grandes potencias influyen en todo lo que hace al movimiento de consumo, fletes, importaciones y exportaciones, obviamente el faltante en caja que viene de la gestión pasada, entre otras tantas cosas y que muchas veces nos afectan de una u otra forma.
Lamentablemente Argentina sufrió disturbios graves y cambios en la economía en épocas pasadas que han afectado a la sociedad y lo que llama la atención es que quienes han actuado con acciones extremistas, incluso han participado de asesinatos, no han sido llamados por la Justicia y lo peor que siguen actuando desde las sombras arengando a los necesitados que se prestan al “juego sucio”, “a la violencia extrema” y como son protegidos por instituciones que distraen la atención de la sociedad en vez de protegernos a los que queremos vivir en paz, luego quedan en libertad como si nada.
Es inconcebible aceptar los abusos, sea cual fuere su característica, más aún si pretendemos que la sociedad mejore su calidad de vida y acentúe su interés por mantener una convivencia aceptable y regida por códigos que la regulen.
Pero el tiempo transcurrido en democracia ha dejado liberado el comportamiento de las personas y ello fue generando distintos problemas que hoy complican las actuaciones, tanto de las autoridades policiales, como del Poder Judicial.
No se puede creer que hablemos de pobreza y reclamos sociales, cuando todos los días del mes el tránsito automotor es intenso y permanente, como si estuviéramos atravesando una situación normal y todos conformes. Cabe recordar que tenemos en la provincia un parque automotor de primer nivel, en comparación a las demás provincias.
El cinismo y la excesiva ambición, han llevado a muchas personas al sufrimiento, por no entender que cuando la “sábana es corta, o tapa la cabeza o tapa los pies”, no hay otra explicación al respecto.
Cada ser humano está ubicado en una grilla o escala de bienestar absoluto o relativo y si eso no lo entiende, pues entonces sufrirá las consecuencias, tanto él como su familia.
Pero la testarudez y el capricho de creer que puede “tirar manteca al techo”, luego le hace pagar “los platos rotos”.
Ernesto Doedderer
Posadas (Misiones)