Las dos áreas protegidas pertenecen a la cuenca geológica “Ischigualasto” que representa la evolución del Planeta en el Período Triásico entre 200 y 250 millones de años.
Y es en esos puntos donde se encontró el primer resto paleontógico de este tipo como los dinosaurios y uno en especial el más pequeño, de apenas 30 centímetros.
También se halló la tortuga más antigua que se conoce en el mundo, todo lo que motiva la llegada de científicos de distintas latitudes para recabar información.
Estos hallazgos de los primeros dinosaurios fueron y son la clave para definir la importancia del lugar que los albergó seis millones de años antes de que reinaran los dinosaurios gigantes durante el Jurásico y que desaparecieron hacia el Cretásico.
Una de las características principales de este territorio es que al formarse la Cordillera de Los Andes, el corazón de la tierra quedó expuesto tal como se ve hoy en día y como si fuera una pizarra gigante se relata la evolución del planeta en cada capa sedimentaria que exhibe un color diferente de acuerdo con la antigüedad y lo que ocurrió en ese momento. Rojo, blanco, amarillo, rojo, naranja o lila, de acuerdo con la antigüedad, son los colores de los sedimentos.
Por esta razón, uno de los circuitos para recorrer se llama “Arco Iris” y se accede siempre con vehículos autorizados y guías expertos, como Juan Latif y Camilo Ormeño que pertenecen a la Cooperativa de Guías de Talampaya, con asiento en la localidad de Pagancillo y que cuentan historias de sus propios abuelos cuando cincuenta años atrás, antes de la creación del área protegida (1975) recorrían la zona con sus cabritos.
Su historia califica los recorridos por la zona que, además, presenta otro circuito a “Ciudad perdida” donde la erosión dejó al descubierto geoformas que simulan una ciudad sumergida entre cañadones.
Son las excursiones menos conocidas y más diferentes en cuanto a los colores e historias donde además, el caminar entre los cañadones permite advertir la flora y fauna entre guanacos, zuris (ñandúes), cóndor andino y maras (la libre autóctona) emblema del Parque.
Cómo recorrerlo
Su acceso es desde ruta nacional 76 en el kilómetro 142 y al finalizar la excursión se comparte un refrigerio de nueces y uvas pasa.
En este Parque Nacional la entrada tiene un costo de 140 pesos para argentinos y 300 para extranjeros, sus secretos se pueden recorrer de a pie, en bici o en vehículo habilitado desde combis o movi truck, según la elección del visitantes con excursiones que rondan los 500 a 800 pesos.
El intendente del parque Nacional, José María Herbas advierte en diálogo con NA sobre los cerca de 70 mil visitantes que por año recalan para conocer el ambiente donde vivieron los dinosaurios.
El Parque Nacional Talampaya abarca unas 215.000 hectáreas protegidas que sumadas al vecino parque sanjuanino, en total son 275.300 hectáreas protegidas y Patrimonio de la Humanidad.
Tiene dos entradas principales, la tradicional donde se encuentra el centro de informes, restaurante, centro de servicios que incluye duchas y sanitarios y las oficinas donde se contratan las excursiones y el parque para acampar.
Desde la entrada principal hay un circuito autoguiado frente al centro de servicios , “sendero del Triásico” especial para recorrer en familia porque cuenta de menor a mayor tamaño con dieciséis réplicas de dinosaurios de dimensiones reales que poblaron la zona como el “riojasaurus incertus” un herbívoro que superaba los siete metros de largo.
Este recorrido es de doscientos metros y se realiza de a pie, en cualquier momento de la visita al Parque mientras que las excursiones Safari Aventura Plus, se contratan vía e-mail, teléfono o directamente en el centro de servicios de la entrada principal del parque.
Se accede hasta la figura “El Monje” y de regreso hay una sorpresa con degustación de quesos, nueces y pasas, refresco y un Torrontés, emblema de la uva blanca de suelo riojano.
El trekking por la Quebrada Don Eduardo, es un imperdible paseo de baja dificultad que dura hasta tres horas o los senderos del Jardín botánico y Petroglifos, son parte del encanto de este lugar a los que se llega en vehículo contratado autorizado por el parque para luego descender y realizar las caminatas.
Cómo llegar
Para llegar desde La Rioja Capital, por la ruta nacional 38 hasta la localidad de Patquía y ruta nacional 150 que se convierte en 76, por donde se accede a Villa Unión sobre la ruta nacional 40, mítico corredor que en La Rioja ofrece recorridos imperdibles como la Cuesta de Miranda donde el Pueblo histórico de Aicuña es una cita obligada para los viajes y tiene visitas a bodegas comunitarias.
La Cámara de Comercio y turismo local, que conduce Carlos Frances junto con Gustavo herrera y Fabián Páez, ofrecen un recorrido en 4×4 por el Parque Municipal del Triásico, en la localidad de Banda Florida, que permite ver atractivos imperdibles como una “Cancha de bochas” gigante y geoformas con sedimentos de colores como un valle de la Luna en miniatura.
En la “perla del Oeste” Chilecito, la visita al museo del Cable Carril es una opción turística que estrena infraestructura en la Estación Dos, con restaurante gourmet “El Gran Pez”, el museo de sitio y recorrido de las vagonetas y torres de hierro de la mayor obra de ingeniería concretada hace un siglo para la explotación minera.
Fuente: Agencia de Noticias NA