Armonía y lucha son lo mismo y es la manera en la que me relaciono y vinculo con el otro. Es el otro el que me permite encontrarme a mí mismo.
Unir los internos en el corazón es poder unir dos puntos de vista diferentes en el centro mismo de cada uno de nosotros, es poder aceptar la diversidad y saber que el otro también soy yo y que justamente me trae esa parte de mí que no puedo ver… ¡siempre la trae!
Es una estrategia del universo para que me pueda ver completa, como lo que soy.
¿Cómo podría sino ver mi sombra?, ¿cómo podría sino ver mi espalda?
“Sólo puedo ver mi espalda con un espejo, sólo puedo ver mi interior con el espejo de las relaciones”.
Aquello que veo en ti también me pertenece y justamente es mucho más que eso, es poder ser a través de relacionarme con el otro. Somos en relación sino, ¡no somos! En soledad y aislamiento no vivimos, no aprendemos, no evolucionamos, no amamos.
Solamente se puede vivir a través de relacionarnos con el otro, solamente puedo reconocer mis partes oscuras a través de la mirada del otro. ¿Se dan cuenta la perfección del universo en donde todo está completamente conectado?
Adentro y afuera; arriba y abajo; izquierda y derecha.
Todo somos nosotros.
¿Cómo puede decir la mano derecha que es más importante que la izquierda?
¿Cómo puede papá ser más importante que mamá?
¿Cómo puede mi interior ser más importante que el tuyo? ¿Cómo puedo verme sino a través de vos?
Sutil… tan sutil como el hilo sagrado que nos une. Cuando te abrazo y puedo sentir el amor en mí, te estoy más que abrazando, estoy reconciliando mi otra parte en vos.
¿Cómo me relaciono a través de la lucha o a través del amor?
Las relaciones son un espejo, y siempre nos traen lo que no podemos ver de nosotros mismos.
Colabora
Patricia Couceiro
Consteladora
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