El uruguayo-armenio Mauro Guevgeozián inauguró el score para el conjunto platense, a los 40 minutos del complemento, en tanto que Lucas Acevedo niveló las acciones para el dueño de casa, a los 45.
El multitudinario marco que ofreció el coqueto estadio del “Santo” no halló correlato en la demostración futbolística de sendas formaciones. Un primer período sin aristas para destacar sólo encontró en una mano en el área no sancionada por el debutante árbitro Arasa a Acevedo, a los 29 minutos, la alteración de una monotonía por momentos exasperante.
El local procuró ejercer el dominio del trámite favorecido por el incesante clamor de su entusiasta parcialidad pero encontró marcadas limitaciones para llevar peligro a Martín Arias, tanto por el planteo mezquino que ordenó Troglio en la visita como por la propia falta de vuelo de sus intérpretes.
El elenco de Forestello dependió de la inspiración del veterano Bieler, quien pese a jugar en soledad preocupó medianamente a la zaga local ante la evidente carencia de resolución de sus compañeros.
Una estrategia “Tripera” diseñada para no pasar sobresaltos tuvo en el respaldo que le suele otorgar su confiable guardavallas el sostén necesario para llevar a cabo la misma aunque la visita prácticamente se olvidó de atacar quedando más que en evidencia la decadencia futbolística del hoy rudimentario Santiago Silva, cuyo aporte individual y colectivo resultó absolutamente nulo, no entendiéndose como el ensortijado entrenador “mens-sana” lo dejó en cancha casi los noventa minutos.
Para reafirmar la intrascendencia del uruguayo, su reemplazante Guevgeozián logró conectar con su cabeza un centro desde la derecha de Matías Gómez apenas con dos minutos en cancha para darle una victoria parcial inmerecida al conjunto de la ciudad de las diagonales teniendo en cuenta que unos minutos antes Martín Arias le había tapado magistralmente un remate a Purita.
Lejos de resignarse a su suerte el dueño de casa consiguió nivelar definitivamente el marcador a través del central Acevedo, quien insólitamente cabeceó libre de marcas a segundos de la expiración del tiempo reglamentario, empate definitivo que se ajusta al equilibrado desarrollo descripto y que castiga la falta de picardía de una defensa que en las postrimerías del cotejo tiró por la borda su aceptable performance anterior, descuidando al longilíneo goleador tucumano a segundos del pitazo final de novel juez del encuentro.
Fuente: Agencia de Noticias NA