“Sonría, lo estamos filmando”, reza el cartel. Pero el joven, cegado por el teléfono celular que detectó sobre el mostrador, no hizo caso a nada. Y eso le costó la libertad: mediante las imágenes, terminó detenido por la Policía provincial.
Todo comenzó ayer miércoles a las 10.30, en una boutique del sur posadeño. Tal como se observa en las imágenes, el joven entró fingiendo ser un cliente, pero enseguida descubrió que la encargada no estaba en el salón de ventas. En milésimas de segundo, tomó el Samsung Galaxy J7 Neo y escapó rumbo a la calle.
La propietaria se percató de lo ocurrido y dio aviso a las autoridades. Efectivos de la UR-X revisaron los videos y confirmaron todo. Con esa información identificaron al joven, de 21 años y domiciliado en el barrio Los Paraísos. Horas después, montaron una vigilancia encubierta y lo detuvieron cuando salía de su casa. Estaba convencido de que no lo iban a detener: en sus manos tenía el celular robado, tal como si fuera suyo.