Esta es una historia donde pese a las distancias y el desarraigo, triunfaron la destreza, el sacrificio y las ganas de superarse cada día.
La protagonista es la posadeña Milagros Otazú. A sus juveniles 17 años, vive un presente extraordinario en el deporte que ama y la apasiona desde pequeña, el fútbol.
La defensora misionera es todo un récord a nivel Selección argentina, al transformarse en la única jugadora que disputó torneos internacionales oficiales con la “celeste y blanca”, en tres categorías diferentes en un solo año.
Además, ya es campeona en Primera División, jugará la copa Libertadores en noviembre próximo y por estos días busca un lugar en la Slección mayor para conseguir un boleto al Mundial de fútbol femenino de Francia en 2019. ¿Algo más…?
Claro que para conocer más de esta futura estrella misionera DE PRIMERA dialogó con ella, en un parate de su ajetreada agenda deportiva por Buenos Aires y América, la que incluyó una fugaz visita a sus seres queridos, en su Posadas natal.
Fuiste parte de las selecciones Sub-17, 20 y la Mayor. Jugaste dos Sudamericanos, una Copa América y los Juegos Odesur , ¿cómo viviste esos torneos con la Selección?
Estoy viviendo un año increíble pasando cosas que nunca imaginé. A cada uno de los torneos: Sudamericanos (en Argentina y Ecuador), Copa América (Chile) y los Odesur (Bolivia) los viví de manera diferente, pese a los resultados. Algunos más felices que otros, pero siempre orgullosa por vestir la celeste y blanca. Para mí tener esos colores en el pecho es un privilegio y un honor, sin lugar a dudas.
¿Qué se sentís tras ser una jugadora récord, puesto que participaste en tres categorías distintas en un mismo año con la Argentina?
La verdad que me hace sentir ‘un millón de emociones’. Nunca me esperé a tan temprana edad jugar en la selección Argentina, y en tres categorías distintas en un solo año, menos. Es un privilegio enorme pasar por todos esos planteles. Es una felicidad inmensa, imposible de explicar. Porque, si vestir la camiseta ‘celeste y blanca’ ya es todo un orgullo, imaginate vestirla y defenderla en tres categorías y torneos diferentes en un solo año.
Como si fuera poco fuiste la capitana en dos de ellas…
Sí. Fui capitana en la Sub-17, en Argentina y en la Sub-20 en los Juegos Odesur, en Bolivia. Es un cargo pesado, una responsabilidad enorme. Pero creo que lo supe manejar bien. A veces resulta un poco incómodo estar al frente de chicas más grandes que vos, como me pasó en los Odesur, pero también es algo muy lindo e imposible de olvidar.
Además te coronaste campeona con la UAI-Urquiza en la Primera A del fútbol femenino de AFA…
Sí salí campeona con la UAI-Urquiza en la Primera del fútbol femenino de AFA. Dejamos en el camino a grandes del fútbol como San Lorenzo, River Plate y en la final a Boca Juniors, nada menos. En la final, y en el partido revancha jugamos de local en nuestra cancha donde ganamos y el festejo fue inolvidable. Llegué en 2017 y en mi primera temporada completa ya salir campeón y ahora jugar la copa Libertadores, a fin de año, es algo soñado, realmente, te repito.
La Copa Libertadores, ¿qué representa?
Desde que llegué a UAI-Urquiza me planteé objetivos cortos, claros y concretos, y uno de esos era salir campeón y jugar la Copa Libertadores. Me siento muy feliz de poder dar este nuevo paso y cumplir los objetivos planteados. Será una experiencia nueva, única e inolvidable seguramente.
Estás, una vez más, con la selección Mayor para jugar el repechaje de cara al Mundial de Francia del año que viene, ¿puede ser así?
Sí. recibí un nuevo llamado para entrenar con la selección Mayor de cara al repechaje con una selección de la Concacaf, pero antes habrá una gira por Estados Unidos y Puerto Rico. Me gustaría estar en esos amistosos y ser parte del repechaje, ganarlo e ir al Mundial de Francia. Ya entrenamos toda la semana pasada y esta semana lo haremos de nuevo. Este plantel lo comparto con otra misionera, Yamila Rodríguez.
¿Es difícil a tus 17 años pasar por tantos momentos lindos dentro del fútbol, pero lejos de los seres queridos?
Hay veces que sí, porque más que nada me encantaría que mis seres queridos compartan mi felicidad. Pero también sé que a la distancia lo viven como lo vivo yo. Ellos me apoyaron desde muy chica en esto y hoy en día puedo decir que son mis motores que me impulsan cada día.
¿Sabés que al igual que Cecilia López o Yamila Rodríguez, por sólo nombrar algunas, hoy ustedes están abriendo un camino enorme para jugadoras misioneras o del interior del país. Además, muchas se reflejan en vos y ven que llegar a la Selección o salir campeón en Primera no es una misión imposible?
Claro que sí. Pienso en el esfuerzo que cada misionera hace para estar donde está actualmente y también que lo hecho por mí genera el poder abrir puertas a nuevas chicas que vienen por un lugar en el fútbol grande de la Argentina. Tengo como dicho de cabecera que: “Nada es imposible y que con trabajo y sacrificio todo se puede”.
¿Cuáles son tus próximos pasos?
Primero tengo muchos proyectos todavía en la Argentina. Estoy metida en la Copa Libertadores y también en la Selección Argentina. Ojalá pueda estar en el Repechaje, ganarlo y jugar el Mundial. Sería un sueño más que cumplido. Después recién me gustaría poder jugar afuera del país y experimentar esa odisea y a la vez afianzarme y adquirir más experiencia. Pero siempre paso por paso.