Desde hace unas tres semanas la acuciante falta de lluvias en los inicios del cauce del río Paraná, más precisamente en su nacimiento en los estados brasileros de Sao Paulo, Minas Gerais y Mato Grosso del Sur está provocando hasta su desembocadura, en el mismísimo río de La Plata, graves inconvenientes hídricos, ictícolas y de navegación.
En Misiones el principal inconveniente es la normal provisión de agua potable de la cual se nutren varias cooperativas a la vera de este río que bordea toda la costa este de la tierra colorada. Además, la navegación -sobre todo para los pescadores- se torna más peligrosa debido a los sedimentos, palos, restos de árboles o arbustos y piedras que afloran sobre el agua con esta bajante del Paraná.
En Eldorado, el supervisor de la Cooperativa de Electricidad Eldorado Limitada (CEEL) sector Aguas, Hugo Giménez, relató a Radio Stop que “se debe ahorrar el consumo del líquido vital lo más posible, porque vamos a necesitar por lo menos una semana de lluvia para recuperar el escaso caudal en que se encuentra hoy el río Paraná”.
Además confirmó que la preocupación está latente ante la falta de lluvia en la región, lo cual hace que no aumente la afluencia en el Piray Miní. Asimismo se pudo saber que la planta potabilizadora se reserva con 740 metros cúbicos por hora y que por ahora el servicio del suministro se da en forma normal.
Situación extrema
En tanto, en Puerto Piray, desde hace algunas semanas también el cauce del arroyo Piray Guazú está en baja y se pueden notar a simple vista, según los propios habitantes ribereños e inclusive los potenciales automovilistas que transitan por el tradicional puente “banana”.
En referencia a este tema, el Prefecto Hugo Bruner se refirió al bajo nivel del río Paraná y relató: “Está muy bajo para lo que estamos acostumbrados a ver, esto demanda mayor cuidado en cuanto a la navegación por las piedras que obstaculizan el canal de navegación”. En cuanto a mediciones indicó “estamos por debajo de los dos metros de lo habitual y en las zonas costeras se nota aún más. La superficie del agua no tiene donde esparcirse”.
Llaman a cuidar el agua
Asimismo, en Jardín América, el Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios Públicos de dicha localidad, envío ayer un alerta a sus socios ante la escasez de agua.
En el mismo relata lo siguiente: “Se comunica a todos los habitantes de Jardín América y zonas de influencia que se hace necesario advertir el estado de alerta en que nos encontramos ante la escasez de agua en las vertientes, arroyos y ríos cercanos. Esta situación se ve agravada por la falta de lluvias durante las semanas pasadas y que según las previsiones meteorológicas tampoco llegarían en los días venideros”. Además, agregaron: “Rogamos a la población tengan a bien ir tomando medidas preventivas para racionalizar y preservar el agua en sus hogares y trabajos”.
Preocupa el caudal
En tanto, desde la Cooperativa de Agua Potable de Capioví anticiparon que es preocupante el caudal del arroyo Capioví, puesto que está al mínimo de lo que se necesita para el suministro regular en la localidad. De igual manera por ahora, el servicio se da en forma normal y el mismo se monitorea en forma diaria. Como dato a tener en cuenta, relataron que en julio en dicha localidad sólo llovió 15 milímetros y eso es más que acuciante.
Sin mayores problemas
Diferente es el caso de la capital provincial de la Industria, ya que pese a que la toma de agua está ubicada sobre el mismo río Paraná, donde desde la Cooperativa de Agua Potable de Puerto Rico Limitada (CAPRIL) relataron que aún no poseen mayores problemas con el suministro de agua a la población local. Sin embargo, la bajante es todo un tema y preocupa, ya que de continuar con esta perspectiva pondría en riesgo el normal suministro del vital líquido.
De napas subterráneas
Igual situación atraviesa la ciudad de San Ignacio, donde el agua potable se logra a través de perforaciones subterráneas -en varios puntos de la ciudad, las colonias e inclusive en cercanías de las comunidades aborígenes- y no en forma directa del arroyo Yabebiry o el río Paraná, por lo cual esta bajante no afecta en forma directa a la Cooperativa de Servicios de Agua Potable de la ciudad de la Ruinas.
En un punto límite
Por su parte, el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Agua y otros Servicio Público General Belgrano de Gobernador Roca, Carlos Barchuk, relató respecto a esta situación hídrica que “en Roca por ahora el abastecimiento es normal. Sin embargo, si esto dura unos días más vamos a ingresar en un estado crítico”.
“Las localidades de Corpus y Roca compartimos la misma toma de agua, la cual se encuentra en cercanías de Puerto Maní, en la localidad de Corpus y sobre el río Paraná. Así que si el río sigue bajando las dos Cooperativas de agua nos veríamos en la dificultad de llegar a todos los socios con el vital líquido”.
Como en el 2001, según Yacyretá
Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), en su informe hidrológico relató lo siguiente sobre la bajante del río Paraná. Durante la semana pasada, el caudal afluente promedio del río Paraná fue de 8.800 metros cúbicos por segundo, con un valor máximo de 9.100 m3/s, y un mínimo de 8.600 m3/s.
En tanto ayer era de 9.500 m3/s y la afluencia esperada para los próximos días oscilará en el rango de los 9.000 a 11.500 m3/s. Esto permitiría, siempre según la EBY, que en el puerto de Ituzaingó (Corrientes), casi “seco” en los últimos días con una altura de apenas 0,65 metro de agua, se puedan registrar este martes hasta 1,60 metro y durante la semana entre un metro y 1,80. Sin embargo, las cosas volverían a cambiar a partir del sábado, cuando Yacyretá anticipó un regreso al escaso 0,65 metro. Ya en suelo misionero, la tendencia creciente se empezó a notar en forma leve desde ayer, con los siguientes valores tomados por la Prefectura Naval Argentina (PNA) en los distintos puertos de la provincia sobre el Paraná.
Sin embargo, en el curso más bajo del río, en torno a Entre Ríos, Rosario y el Delta del Paraná , donde más preocupación genera esta situación, el nivel de las aguas sigue descendiendo.
Todo ello es consecuencia de que, según el reporte de la EBY, desde el primer trimestre de este año se registraron precipitaciones muy por debajo de las esperables hasta la fecha en toda la cuenca del Paraná, aguas arriba de la represa y regiones adyacentes.
De hecho, en los últimos 90 días se verificaron precipitaciones acumuladas incluso por debajo de la mitad de lo habitual en gran parte de la cuenca del Paraná. Los niveles en los puertos aguas abajo (de Yacyretá) experimentan niveles bajos: para el bimestre junio-julio, el estado actual es comparable a lo sucedido en el año 2001, según expertos de la EBY.