Rinconcito de Salud
Cada vez la gente está más abierta a relacionar sus dolencias con sus emociones. Una de mis muy queridas pacientes me comentaba que nuevamente sentía esa opresión y dolor en el pecho, en diferentes momentos del día. Esas palpitaciones y sensación de falta de aire, entonces hicimos -como corresponde- todos los estudios respiratorios y cardiológicos.
Todo perfecto y entonces volvimos a nuestra charla del cómo estaba en otros aspectos de su vida. Las flores misioneras son mi ayuda: en el test sacó la flor alamanda que si transcribimos lo que nuestro maestro Fabián Bachman menciona nos dice: “Si notás que al transitar por la vida te ganan la desesperanza, la angustia, la falta de confianza y sientes que has perdido la fe, este es un floral que te ayudará a recuperar la confianza”.
Qué difícil es a veces aceptar los cambios, ya sean a nivel personal como Miryan o laborales.
Empezó tomando florales mientras esperábamos los resultados de los análisis.
Cuando llegaron los resultados tenía los valores de hormona tiroidea elevados, pero con una ecografía y anticuerpos normales. En este caso en particular y conociendo la apertura de ella, le sugerí esperar tomando minerales como el selenio, prioritario para la glándula tiroides y no empecé a medicar con hormonas, fijamos un plan de tratamiento con ciertas pautas de conducta y el aporte vitamínico endovenoso y vía oral, más las florales.
Si la tiroides, glándula madre del manejo del metabolismo, es sobremedicada, impidiendo la evolución de sanación natural, los minerales y vitaminas son esenciales para que el organismo no sufra.
En esta situación y se reacomoda sola.
Su cambio fue maravilloso
Al repetir sus análisis cuatro meses después no tenía más problemas hormonales. Otra vez la glándula tiroides, según la bioneuroemoción nos marca los tiempos y no un desequilibrio que sí o sí necesite medicación hormonal.
Es muy importante recalcar que todos los casos de alteraciones tiroideas no son para medicar hay diferentes etapas de nuestra vida que pueden variar y luego volver a estar bien.
Un cambio de alimentación es fundamental, al igual que ciertos ejercicios mentales y de respiración.
Vernos como seres íntegros nos ayuda a revalorizar lo simple y lo natural. La alimentación, vía oral o endovenosa de cada célula nos da la pauta de que no somos un número de laboratorio, somos seres que manejamos síntomas con relación, muchas veces, a nuestro estado emocional.
Escucharnos y darnos nuestros tiempos para reacomodarnos es esencial.
Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica. Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMO
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