La preservación de las especies en extinción del nordeste nacional, es muy importante. Especialmente, el carnívoro más importante y emblema de esta zona, el yaguareté, que poco a poco está desapareciendo.
Con la intención de preservar a todas las especies en extinción que se pueda, en la reserva natural más grande del nordeste, los Esteros del Iberá, la fundación The Conservations Land Trust lleva adelante programas de cría y translocación, para que animales como el oso hormiguero, el venado de las pampas, los yaguaretés (estos dos últimos son los más amenazados), pecaríes de collar y guacamayos rojo, entre otros tantos animales, puedan subsistir en esta área protegida.
Estos forman parte de un trabajo, en un proceso de restauración ecológica, devolviendo al ecosistema correntino especies que se extinguieron hace algunos años, según explicó a PRIMERA EDICIÓN, Gustavo Solís, coordinador veterinario de la Fundación The Conservations Land Trust en el Parque de Los Esteros del Iberá en Corrientes.
Hace unas semanas se conoció en el país la primera revisión veterinaria de los dos cachorros de yaguaretés que nacieron hace menos de dos meses en esta área protegida. Hijos de Tania y Chiqui (así llamaron a sus padres), los cachorritos son la primera camada de este trabajo de recría en pos de la preservación de esta especie.
Solís explicó que el objetivo principal “de nuestra Fundación es crear o agrandar áreas protegidas creando Parques Nacionales, de hecho de las 150 mil hectáreas que la fundación tiene en el Iberá, 60 mil ya fueron donadas al Parque y estamos en proceso de donación del resto. Es lo que la fundación hizo por ejemplo en Chile o en el Sur de Argentina donde creó el Parque Nacional Monte León, agrandó el parque nacional Perito Moreno, y donó hectáreas para que se cree el Parque Nacional Iberá y fuimos parte también de la creación del Parque Nacional el Impenetrable”.
El trabajo de cría de los yaguaretés no es fácil, “por ser el predador tope, el carnívoro más importante y era nuestro mayor desafío, porque es muy complejo criar yaguaretés de forma tal que puedan ser liberados y puedan vivir en la naturaleza. Eso hacemos en el centro de cría. No teníamos otro proyecto similar de donde aprender, no existe, habitualmente con otros proyectos viajamos mucho y aprendemos mucho de otras partes del mundo, pero con yaguaretés no hay, así que tuvimos que viajar y aprender de otros proyectos similares, con otros carnívoros similares, como el tigre en la India, en África, hemos ido a Brasil a ver otros proyectos, pero ninguno como el nuestro, de criar yaguaretés y después liberarlos. El desafío es criarlos sin que el ser humano signifique ningún tipo de estímulo, ni positivo ni negativo, no nos tienen que asociar con comida, no nos tienen que asociar con algo malo, tenemos que ser para ellos indiferentes, ese es el desafío y es lo que estamos tratando de hacer con estos cachorros”, dijo Solís.
En el parque tienen cinco yaguaretés, tres hembras: Tobuna la madre de Tania que a su vez es la madre de los cachorros, e Isis, que fue traída desde Brasil; y dos machos, Chiqui que está en préstamo reproductivo, llegó desde Paraguay, y Nahuel. Una vez que los cachorritos cumplan poco más de un año serán separados de la madre, que es la que les enseña a cazar, y se los llevará a un sector de 30 hectáreas donde serán monitoreados constantemente por collares satelitales y cámaras trampa, para verificar que pueden cazar y alimentarse por sí mismos. Luego, serán liberados “generalmente se quedan cerca del territorio de los padres, así que contamos con eso”, explicó el veterinario.
Ya están organizando el concurso para ponerles nombre a los cachorros. “Los chicos de las escuelas de la zona acá del Iberá elegirán nombres, generalmente son nombres guaraníes o de la zona, y luego se eligen entre esos nombres y se abre el concurso a nivel nacional para que todos puedan votar qué nombre ponerles a los chachorritos de Tania”, explicó Solís.
Ambas crías están en buenas condiciones “pesan tres kilos y tres kilos y medio y aunque todavía no podemos afirmar 100% el sexo de cada uno, estamos casi seguros que son un macho y una hembra”, explicó el veterinario a PRIMERA EDICIÓN.