La estimulación sonora es beneficiosa para el desarrollo de los niños, pero no controlar el volumen excesivo de estos dispositivos, o del entorno donde se encuentran, puede generar problemas auditivos a largo plazo.
Según la Organización Mundial de la Salud, las causas de la pérdida de audición en la niñez son diversas, pero el 60% de los casos son prevenibles si se toman determinadas precauciones.
La fonoaudióloga Mónica Matti explicó que “a diferencia del adulto, el sistema auditivo de los niños se encuentra en una etapa de desarrollo que los hace más sensibles a los ruidos de su entorno. Por lo tanto, si se los expone a ruidos fuertes, se puede provocar lesiones en el oído”.