El turismo enológico es una de las principales propuestas de la provincia del Chubut y une tres regiones turísticas: el Valle de Trevelin, la Comarca del Paralelo 24°, y la Estepa.
Esta es una de las rutas vitivinícolas más australes del mundo, lo que le da un marco especial en cuanto a la producción y a los sabores, además de encontrarse en una región de hermosos paisajes y atractivos turísticos que acompañan la oferta.
La Ruta, de 705 kilómetros en total, se ha planificado en tres recorridos: Trevelin – Estepa (205 kilómetros de extensión y con unas 4.20 horas de viaje), Zona Estepa – Comarca del Paralelo 42° (310 kilómetros de extensión con cerca de 5.50 horas de recorrido), y la Comarca del Paralelo 42° – Trevelin (con 202 kilómetros para recorrer en unas 2.40 horas). Así de esta manera se fomenta el turismo regional que abarca la estepa y la cordillera del Chubut.
Los servicios turísticos que ofrece la región en cuanto a alojamiento, gastronomía, excursiones, entre otros, le otorga una gran ventaja a este producto turístico sumando el aeropuerto de Esquel y la variedad de servicios de esta ciudad que se encuentra en el centro de la Ruta del Vino del Chubut, y que sirve además como epicentro para promocionar y difundir los sabores del terruño de este sector de la Patagonia Argentina.
El enoturismo es un gran promotor, no sólo de la producción vitivinícola, sino también de los propuestas turísticas que se pueden complementar mientras se realiza la ruta, la Estepa y Cordillera chubutense ofrecen bellísimos paisajes naturales, parques nacionales y reservas naturales, sitios históricos y patrimoniales, cultura ancestral y el legado galés, que en conjunto generarán un camino del vino sobresaliente.
Según la Organización Mundial del Turismo –OMT- el turismo enológico está íntimamente relacionado con la identidad de los destinos e integra valores culturales, económicos e históricos.
Además, constituye un motor fundamental de las estrategias de diversificación, que ayuda a los destinos a enriquecer la oferta turística y atraer a diferentes públicos .
La Ruta del Vino es la conclusión de un sueño y la consecuencia de un arduo trabajo que constantemente pone en escena la magia de un laboratorio activo, ancestral y no menos alegórico a la experiencia primordial del contacto del hombre con la fértil tierra patagónica.
Elaboración y disfrute
Sin lugar a dudas el desarrollo de la Ruta del Vino en la provincia del Chubut ha representado una excelente oportunidad para la integración regional. También para poner en valor la bebida nacional, el vino, teniendo en cuenta aspectos históricos, culturales, naturales y turísticos.
Así de esta manera el vino se posiciona día a día en un componente clave para la gastronomía con una vinculación directa con ingredientes, recetas locales y posibles maridajes entre las distintas cepas y los platos del lugar.