“Quiero que juzguen mi presidencia por cómo avanzamos en este objetivo”. “Estamos en el buen camino. Por eso los convoco a seguir trabajando juntos y que estos nuevos datos nos sirvan para entender que el camino que emprendimos tiene una meta única y clara: reducir la pobreza”. Era marzo de este año cuando el Gobierno nacional anunciaba por todo lo alto lo poco que tenía para promocionar.
Mauricio Macri se puso al frente del acto oficial aquella tarde del 18 de marzo para anunciar como una victoria de su administración que 1,9 millones de personas dejaron de ser pobres en los dos últimos años. El índice, que en ese entonces rondaba el 30%, pasaba a representar poco más del 25% de la población. “Sirve para mostrarle a la gente que las expectativas que tienen en el Gobierno se sostienen sobre datos positivos de la realidad”, argumentó entonces el Presidente.
Pero aquello, como casi todo bajo este Gobierno, apenas se sostiene y en el corto plazo deja de ser una realidad. Pasa con el dólar, con la inflación, con los precios, con las tarifas, con los “peor ya pasó” de los cuatro que espetó Macri en lo que va de su Presidencia y, por qué no, también pasa con los índices de pobreza.
Por estas horas Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina en la Universidad Católica Argentina (UCA), entidad que desnudó los también graves y ocultos índices de pobreza durante el kirchnerismo, estimó que la crisis cambiaria que se extendió entre abril y junio originaría un aumento de entre dos y tres puntos en el nivel de pobreza, y el índice se ubicaría en el tercer trimestre del año cerca de 32%. Es más, sobre aquel descenso celebrado por el oficialismo en marzo de este año dijo entonces la UCA que “quienes se recuperaron fueron los sectores medios bajos”.
“Veníamos de un ciclo de caída de la pobreza y el primer trimestre marca un quiebre de la tendencia, que puede dejarnos en igual situación que la que teníamos a principio de 2017, pero es un cambio de tendencia; en el segundo trimestre se empieza a agravar el problema, lo cual significa uno o dos puntos de pobreza, y tercer trimestre es de esperar que sea el peor momento. En el cuarto podría estancarse o recuperarse levemente, parar la tendencia”, diagnosticó por estas horas el experto.
Macri pidió ser evaluado por los resultados en la lucha contra la pobreza. Pues bien, el flagelo va en aumento y la crisis que se cierne sobre los argentinos no arroja optimismo en cuanto al tema. Es un dato positivo de la realidad… pero real, no como los del Presidente.