Situado sobre la ladera oriental de los Nevados del Aconquija, a 104 kilómetros de la capital de Tucumán, en el departamento de Chicligasta, y diez kilómetros al oeste de la localidad de Alpachiri, esta interesante área protegida fue creada en el año 1995 para preservar la selva y el bosque montano, además del bioma altoandino.
Pero nada explica en forma acabada la belleza misteriosa de este espacio porque, además de todo, es allí donde se descubren dos sitios arqueológicos de relevante importancia para el estudio y conocimiento de las costumbres y modo de vida de la cultura incaica: las Ruinas de Ciudadita y los Santuarios de Altura.
Quienes disfrutan del contacto con la naturaleza podrán admirar en esta selva ejemplares de laurel y nogales imponentes, además de horcos molle, talas de selva, tabaquillos y cochuchos.
Pero eso no es todo, a partir de los 1.000 metros de altura, la caña brava forma parte del denso sotobosque; mientras que el bosque montano aparece a partir de los 1.500 m de altura (para quienes se animen a llegar) con pino del cerro, aliso del cerro, nogal, sauco y amancay.
También es posible admirar helechos doradilla macho, juncos, salvia blanca y bosquecitos de queñoa esparciéndose en las alturas del parque como manchones aislados sobre el pastizal o pradera montaña.
Sin dudas un parque singular y misterioso, agreste e indómito, que todo buen amante del turismo de aventura debe visitar. ¡Buen viaje!