A partir de ahora convendría recordarlo cada vez que Peña, Macri, Frigerio, Negri, Dujovne, Caputo o la misma Carrió, entre otros componentes de la alianza Cambiemos, pretendan convencernos de “brotes verdes” o “paquetes” de esa índole.
La producción industrial, esa misma de la que se ata de vez en cuando el Gobierno para intentar dar señales positivas, se derrumbó 8,1% en junio con relación a igual mes de 2017, la mayor baja desde octubre de 2016.
Por segundo mes seguido, el índice que mide la evolución de la industria registró un saldo negativo en la comparación interanual. Vale decirlo para aquellos que ni bien comenzó ya salieron a hablar de luces al final del túnel. Y vale también decir que para nada es una defensa del terrible modelo anterior.
La industria tuvo en junio un porcentaje de caída sólo superada en agosto de 2002 con el 8,5%, aunque desde el INDEC aclararon. En octubre de 2016, el indicador oficial había registrado una retracción del 8%, apenas por debajo de la medición de junio último. Las caídas más fuertes en la medición interanual de junio correspondieron a refinación del petróleo (19,9%), automotriz (11,8%), caucho y plástico (11,1%) y metalmecánica (10,9).
También terminaron el mes con fuertes bajas: la industria textil (10,8%), la elaboración de sustancias y productos químicos (10,0%), tabaco (9,7%), alimenticia (5,4%), la edición e impresión (4,2%), minerales no metálicos (3,7%) y el bloque de papel y cartón (1,2%). Incluso la industria alimenticia acumula en el primer semestre una disminución de 0,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Nadie está a salvo… porque el fin y al cabo poco fue lo que cambió.