Ya no son niños, pero tampoco adultos y ésto, en ciertas ocasiones, puede generar confusiones y conflictos, principalmente, en el entorno familiar.
¿Qué hacer con un hijo adolescente en casa? Es cierto que no todos los adolescentes son iguales, cada persona atraviesa esta etapa de forma diferente en función de características de su personalidad y de las experiencias vividas. Sin embargo, sin dudas la relación con los padres se modifica notablemente en esta etapa porque dejan de ser vistos como seres perfectos, sino que son cada vez más cuestionados en sus decisiones, en las órdenes que dan y en su forma de pensar. Las opiniones de los amigos cobran más importancia y la de los progenitores van siendo dejadas de lado ocasionando inconvenientes.
Por todo ésto es importante que los padres tengan en cuenta que el diálogo y el acompañamiento en esta etapa son fundamentales. Muchas veces se evitan ciertas temáticas porque somos los adultos quienes no nos sentimos cómodos con ellas, aún así es sumamente importante que cuestiones como sexualidad, alcohol, drogas, entre otras, formen parte del diálogo familiar de manera que nuestros hijos se sientan escuchados y que encuentren en el seno familiar un espacio de confianza donde aclarar dudas y obtener respuestas.
Otro aspecto a tener en cuenta es la intimidad, los jóvenes necesitan tener su espacio, quizás muchas veces se los vea aislados y solitarios, pero son conductas normales ante la situación en la que se encuentran. Los padres debemos respetar estos espacios, el teléfono, la habitación, la mochila y otras pertenencias es mejor no invadirlas, de esta forma también generaremos confianza por parte de ellos hacia nosotros.
No hay recetas perfectas, pero el establecimiento de normas y límites claros, el diálogo y la confianza son sin dudas los principales pilares para evitar relaciones conflictivas con nuestros hijos adolescentes.
Por Licenciada en Psicología Laura Mingo (MP 656)