El queratocono es una afección de la córnea (el tejido transparente que se encuentra delante del iris) en la que ésta va perdiendo su radio normal de curvatura hasta convertirse en un cono, con la consiguiente deformación de las imágenes. Afecta aproximadamente al uno por mil de la población.
Sin bien existen casos hereditarios (es más frecuente en el síndrome de Marfan y en el síndrome de Down, se asocia al prolapso de válvula mitral y la neurofibromatosis), se ha encontrado una relación estadística con la alergia porque aparentemente el frotamiento de los párpados facilita su evolución (¿Ven? Las madres siempre tienen razón). Existen para su detección medios muy precisos, como la tomografía corneal.
La importancia de esta relación y la frecuencia de su aparición, obligan a descartarlo en todos los casos donde exista un astigmatismo alto (deformación de la córnea donde ésta no es redonda sino ovalada). La posibilidad de tratarla precozmente mediante un procedimiento llamado Crosslinking (donde se refuerzan las cadenas proteicas de la córnea para evitar su deformación), permiten evitar llegar a instancias quirúrgicas.
Según el caso, la primera opción, despues del Crosslinking, son los anillos corneales (segmentos de un acrílico que se ponen dentro de la corneas para corregir su deformación). En casos más avanzados se recurre al transplante de córnea, que puede ser completo (llamado penetrante), o sólo se injerta una lámina que se sutura a la córnea del paciente.
Lo importante es que con ciertas medidas de control puede llegar a evitarse instancias más complejas. Por eso, hágale caso a mamá.
Por
Por Dr. Omar López Mato
Médico Oftalmólogo
Director del Instituto de la Visión